Ineficiente y lejano son algunos de los calificativos con los que el periodista suele describir a un político o a la gente ligada con esta actividad, lo cual es resultado, muchas veces, de un trabajo arduo, serio y respaldado con datos contundentes que prueban tales afirmaciones.

En febrero de 2011, Puebla entró en una nueva etapa de la transición cuando Rafael Moreno Valle asumió el cargo de gobernador constitucional del estado por un periodo de seis años, hecho que significó un cambio, pero también, una forma polémica de hacer política.

Como muy pocas veces, el poder en México se aglutina en un movimiento, en concreto, en un solo hombre, el cual funge como presidente de la República y al mismo tiempo, como fundador y líder moral del partido más hegemónico de la época reciente (Morena): Andrés Manuel López Obrador.

Nadie sabe cómo ni por qué, pero en México las leyes son un catálogo de buenos deseos que muy pocas veces se cumple a rajatabla y sin embargo, el Estado a través de sus organismos e instituciones continúa operando a pesar de las adversidades.

El tema de la migración centroamericana sigue dando de qué hablar, no sólo por la cantidad de personas que intentan cruzar México para llegar a Estados Unidos, sino por la implicación política, económica y social que tiene y puede aumentar en la región.

Ganar tiempo, fue el principal resultado del reciente acuerdo firmado entre México y los Estados Unidos de América, en el cual tuvo como punto crucial la no imposición de aranceles a los productos nacionales que ingresen al vecino país del norte.

La reciente jornada electoral en Puebla dejó como saldo una recomposición política en la entidad, luego de que el Movimiento de Regeneración Nacional ganara por primera vez el gobierno local, pero también, arrojó resultados negativos para otros institutos como el Partido Acción Nacional.

Según el último tracking poll elaborado por Consulta Mitofsky, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador posee un 61.3 por ciento (%) de apoyo ciudadano, una cifra nada despreciable, tomando en cuenta la baja popularidad de los mandatarios en América Latina.

México es un país que suele vivir de glorias pasadas, es decir, de batallas ganadas a invasores extranjeros, héroes nacionales, cambios políticos y sociales, descubrimientos de todo tipo, economía estable e instituciones que contribuyeron al desarrollo de la nación.

Es una tendencia que se extiende año con año, es un movimiento que gana más adeptos en varias partes del mundo, el discurso que maneja exalta el nacionalismo, fomenta la xenofobia y en general, busca polarizar a toda una sociedad.

Ante la tragedia, el gobernante debe tener sensibilidad, empatía y respeto hacia la(s) victima(s) y su familia, es una regla básica de la política que no siempre se aplica de forma correcta y puede generar problemas durante el ejercicio del poder, entre otros.

 “En el @PANPUEBLA hay que pedir la propaganda de @RicardoAnayaC directamente al presidente del CDE @JesusGilesC . Ahora entiendo por qué nadie en Puebla hace campaña a favor de nuestro candidato a Presidente de la República. #vansolos #noapoyanaricardo”, escribió en Twitter el entonces regidor panista de Puebla, Miguel Méndez, para manifestar su inconformidad con la actuación de la dirigencia de su partido durante la contienda presidencial de 2018.

Es cierto que todo mexicano puede votar y ser votado, siempre y cuando tenga a salvo sus derechos, algo que en la práctica es difícil realizarlo, pues el acceso al poder se reserva para unos cuantos, mientras el resto, sólo interviene en la legitimación de estos.