“En el @PANPUEBLA hay que pedir la propaganda de @RicardoAnayaC directamente al presidente del CDE @JesusGilesC . Ahora entiendo por qué nadie en Puebla hace campaña a favor de nuestro candidato a Presidente de la República. #vansolos #noapoyanaricardo”, escribió en Twitter el entonces regidor panista de Puebla, Miguel Méndez, para manifestar su inconformidad con la actuación de la dirigencia de su partido durante la contienda presidencial de 2018.

 

Dicho mensaje fue publicado el 18 de mayo del año pasado, justo cuando el proceso electoral entraba en su recta final y en la que el entonces abanderado panista, Ricardo Anaya Cortés, ocupaba el –lejano- segundo lugar de las encuestas.

 

El porqué

 

Aquella polémica vino precedida de una revelación que hizo un integrante del equipo de Anaya al periódico Reforma, en la cual aseguraba que la gente ligada con ex gobernador, Rafael Moreno Valle “poco o nada le están aportando” al queretano.

 

Horas después, la dirigencia local del blanquiazul fijó su postura y desmintió la aseveración del funcionario municipal; sin embargo, en todos esos meses, la escasa presencia del “candidato ancla” y la poca difusión de su imagen y propuestas en todo el territorio poblano fueron evidentes.

 

Las semanas transcurrieron y el resultado fue el esperado: la derrota de Ricardo Anaya se consumó, no sólo a nivel nacional, sino en Puebla, donde el fracaso se extendió a la fórmula al Senado de la República, compuesta por Mario Riestra y Nadia Navarro y a los 14 de 15 aspirantes a diputados federales.

 

Descomposición total

Algo extraño está sucediendo en el PAN local, pues las fracturas internas no terminaron el pasado 2 de julio, continuaron con el triunfo de la gubernatura y se incrementaron a raíz de la crisis derivada de la muerte de la gobernadora, Martha Érika Alonso y su esposo.

 

Los procesos de designación del gobernador interino y de selección de Enrique Cárdenas como abanderado de la coalición (PAN, PRD y MC), precipitaron la caída del que hasta diciembre era el partido dominante en la entidad.

 

Cuando el río suena…

 

Por segunda ocasión, los personajes ligados con el morenovallismo están dejando solo a un político cobijado por esas siglas y su inacción lo confirma; mientras tanto, la “operación cicatriz” con cada una de las fuerzas que lo respalda, es un trabajo pendiente y urgente para el exrector de la Universidad de las Américas Puebla.

 

A la par, la fracción tradicional del PAN apoya parcialmente a Cárdenas, ya sea porque imagina el desenlace o porque espera tomar el control de todos los órganos de dirección, una vez que el partido quede en “ruinas”.

 

Sea cual sea el motivo, el Partido Acción Nacional tiende a ser una agrupación minoritaria, secundaria y marginada en el escenario estatal y algo más grave, que las pugnas ya se tradujeron en el abandono -en plena competencia- de uno de los “suyos”.

 

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