Si bien la tecnología es un regalo (de la vida, el universo, Dios, Jebús, la señora de las gorditas, el hombre mismo o de quien quieran) que ha potenciado el desarrollo de la sociedad, es justo decir que “no todo lo que brilla es oro” y pese a sus beneficios, la tecnología también ha traído consigo sus perjuicios, uno de ellos, por ejemplo, que se atrofien órganos como nuestro cerebro.

El pasado 26 de noviembre se dio a conocer que Stephen Hillenburg, el creador de Bob Esponja, había fallecido a los 57 años. Las reacciones en las redes sociales no se hicieron esperar, pues la serie de la esponja amarilla que vive en una piña debajo del mar es una de las más éxitosas de los últimos tiempos, tanto así que en 2007 fue calificado por la revista ‘Time’ como uno de los programas de televisión más grandes de la historia.

El pene, bestia inmaculada dadora de placeres o risas. Símbolo de virilidad sagrada y de rituales orgiásticos. En la antigua Grecia dibujos de falos adornaban los altares, los muros y la vajilla de los emperadores. Más adelante sectas satánicas de la Edad Media los pintaban para invocar los placeres que tanto rechazó Dios. Las personas que lo prueban quedan embelezadas por la suavidad y fuerza que se mezclan en un conclusivo movimiento cuyo final se asemeja a la gloria. Si es tan grato el momento cuando se le ve de frente, ¿por qué en la modernidad fue víctima de prejuicios? Aprovechando que este medio superó aquella etapa y está por encima de los tabúes, a continuación se hablará de él sin rodeos.

Los neurólogos han descubierto que el cerebro comienza a reorganizarse en la pubertad. Se trata de un tremendo alboroto que explica en gran medida las actitudes de nuestros jovenes.