Nuestro disco galáctico es más grande de lo que pensábamos anteriormente.

 

El disco de nuestro hogar, nuestra galaxia, la Vía Láctea, es más grande de lo que pensábamos anteriormente. Así lo ha demostrado un reciente estudio publicado en la revista Astronomy & Astrophysics. El trabajo muestra que una nave espacial que viajase a la velocidad de la luz tardaría hasta 200.000 años en atravesar toda la galaxia. Una cantidad nada despreciable

 

Analizando metales

 

Los investigadores hicieron este hallazgo después de analizar la abundancia de metales (elementos pesados) en las estrellas, también conocido como la metalicidad de las estrellas. Al mirar más allá del límite previamente asumido del disco de la Vía Láctea, los científicos se sorprendieron al ver estrellas con composiciones que se parecen a las de un disco.

 

"Hemos demostrado que hay una fracción apreciable de estrellas con mayor metalicidad, característica de las  estrellas de disco, más allá del límite previamente asumido en el radio del disco de la galaxia", comentó el coautor del estudio Carlos Allende, investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en un comunicado.

 

Más grande de lo que pensábamos

 

El estudio estima el tamaño del disco de la Vía Láctea en 200.000 años luz de diámetro. Investigaciones anteriores han sugerido que la Vía Láctea tiene entre 100.000 años luz y 160.000 años luz de diámetro. (Recordemos que un año luz es la distancia que recorre la luz en un año, aproximadamente 10 billones de kilómetros).

 

Para poner el hallazgo en perspectiva con la ubicación de nuestra propia estrella, el Sol, los astrónomos afirmaron que las estrellas del disco recién encontradas están aproximadamente tres veces más lejos del centro de la galaxia que el Sol. Es posible que haya incluso más estrellas de disco cuatro veces más lejos, agregaron los astrónomos.

 

Los expertos llevaron a cabo este hallazgo después de analizar los datos de la encuesta del Experimento de Evolución Galáctica del Observatorio Apache Point (APOGEE) y el Telescopio Espectroscópico de Fibra Multiobjeto Large Sky Area, también conocido como el Telescopio Guo Shoujing (LAMOST), que recopilan los espectros de las estrellas. El espectro de una estrella es la descomposición de su luz en diferentes colores. Al analizar el patrón de colores, los científicos aprenden qué elementos están presentes dentro de la estrella.

 

No es la primera vez, ni será la última

 

No es la primera vez que los científicos revisan los parámetros de una galaxia. Otro estudio reciente de nuestra vecina, la galaxia de Andrómeda, reveló que este cuerpo celeste tiene en realidad casi la misma masa que la Vía Láctea, en lugar de más grande, como se pensaba también anteriormente. Esto afecta las predicciones de los movimientos de las dos galaxias mientras se dirigen a un choque inevitable. Algo que tendrá lugar dentro de mucho tiempo: en 4.000 millones de años.

 

Referencia: López-Corredoira, M. et al. Disk stars in the Milky Way detected beyond 25 kpc from its center. Astronomy & Astrophysics. DOI: 10.1051/0004-6361/201832880

 

Crédito imagen: R. Hurt, SSC-Caltech, NASA/JPL-Caltech