El conflicto es inevitable en las relaciones. Uno puede pensar que la pareja es demasiado estricta con los niños o demasiado indulgente. Las parejas a menudo tienen peleas sobre temas como este y es posible encontrar soluciones a estos desacuerdos. Sin embargo, hay un área de conflicto sobre la que muchas parejas evitan discutir a toda costa: las diferencias en el deseo sexual.