Es la conclusión de la mesa redonda sobre inteligencia artificial del Foro de la Gobernanza de Internet. Pero también el titular que se deduce del último estudio sobre las empresas españolas y la IA, elaborado por a consultora EY para Microsoft.

 

El 29 de octubre pasado participé como moderador en una mesa redonda del Foro de la Gobernanza en Internet, en la que se trataba de dilucidar si España está preparada o no para la inteligencia artificial (IA), y definir, además, si había perdido este tren. Nuria Oliver, directora científica de Vodafone, Chief Data Scientist de Data Pop Alliance (Harvard y MIT Media Lab) e Ingeniera del año por el COIT; Richard Benjamins, embajador de Datos e IA de Telefónica; y Felipe García Montesinos, fundador y CEO de la startup Knowdle, trataron en hora y media de defender sus respectivas posiciones en torno al quiz de la cuestión planteada. ¿La conclusión? España no está preparada para la inteligencia artificial, y probablemente ya hayamos perdido el tren.

 

Ya lo transmitía en julio pasado un estudio elaborado por Fujitsu y la consultora Pierre Audoin Consultants, que decía que aunque la mayoría de las compañías se interesaban por la inteligencia artificial, sólo un 17% de ellas consideraba la IA estratégicamente importante para el futuro de sus negocios, y tan sólo en un 11% ya se estaban implantando estrategias de inteligencia artificial.

 

A este informe del verano, se le ha unido ahora otro reciente, elaborado por EY y presentado la semana pasada por la presidenta de Microsoft Ibérica, Pilar López, en el que la conclusión viene a ser muy parecida tanto al estudio de Fujitsu como a la que se reflejó en el Foro de la Gobernanza en Internet: “Las organizaciones españolas van por detrás de sus homólogas europeas en la implantación de la inteligencia artificial”.

 

 Aunque el Estudio destaca que la mayoría de las empresas encuestadas en España, un 65%, cuenta con planes, proyectos piloto o pruebas de concepto alrededor de las tecnologías de inteligencia artificial, sólo el 20% cuenta con soluciones de IA en funcionamiento, doce puntos por debajo de la media europea. Pilar López señaló en la presentación del informe que, "Los avances en la Inteligencia Artificial están creando nuevas oportunidades para que las empresas españolas aceleren la innovación, mejoren su competitividad y lideren su sector de actividad, pero las organizaciones en España deben cerrar la brecha existente con sus homólogas europeas, acelerando su despliegue para profundizar en su transformación digital y mejorar su posición competitiva”.

 

Como parte del estudio, Microsoft define una hoja de ruta con cinco pasos clave para acelerar el despliegue de la inteligencia artificial en las organizaciones en España, con el objetivo de pasar de la fase de proyectos piloto a la de implementación de soluciones: realizar una aproximación consistente a la IA, priorizando el ámbito de aplicación de las soluciones, definiendo su alcance y las necesidades de negocio específicas; comunicar de forma clara los objetivos con relación a la IA; contar con las capacidades necesarias,habilidades y conocimientos requeridos para progresar;  contar con datos válidos para “alimentar” las aplicaciones de inteligencia artificial; y generar confianza en la IA.

 

Aunque, por lo que dicen todos los estudios, hayamos perdido el tren, y la brecha digital con otros países se agrande, no por ello España debe dejar de desarrollar a su ritmo la IA para transformarse, pero siempre con un enfoque en el que siempre estén "primero las personas, y luego la tecnología". Así lo decían también Oliver, Benjamins y Montesinos en la mesa de inteligencia artificial del Foro de la Gobernanza: “Los algoritmos que regulan la IA, aunque sean muy complejos, tienen que mantenerse siempre en los parámetros de la comprensibilidad humana. Tienen que tener un buen fin, y no tener impacto negativo en los derechos de las personas”.