Claudia, acudido para darle mantenimiento a su “bastón sin mando” con el inquilino de palacio, no se explica la sorpresiva visita de Claudia Sheinbaum a Palacio Nacional.

 

Para qué acudió la precandidata de Morena a reunirse con el presidente AMLO debió ser algo en extremo urgente para que importara muy poco que se despertaran nuevos cuestionamientos de la dependencia de Sheinbaum con el inquilino de Palacio Nacional.

 

Pudieron enviarse una misiva, pudieron hacerse llegar el mensaje a través de enviados, pero NO. El asunto debió ser tan delicado que ameritaba verse personalmente, con todas las consecuencias que eso implica. Porque en poco o nada le ayuda a la precandidata de Morena, el que diga que la mandaron llamar. ¿Para qué? Y si ella fue la que solicitó la audiencia, ¿con qué fin? ¿Cuál es el conflicto que amerite brincarse las formas para que con esa visita se insista y se confirme que el jefe del comité de campaña de Sheinbaum, está en Palacio Nacional?

 

Momentos en que la precandidata de Morena apenas está sorteando los cuestionamientos que le tumbaron la candidatura de Omar García Harfuch, esta reunión con el presidente López Obrador, vuelve a enturbiar el sentido de autonomía de quien se supone ya dispone del bastón, pero no del mando.

 

No hay que olvidar que, en las últimas semanas, el ala radical de la izquierda de Morena, se ha encargado de recordarle, una y otra vez a Sheinbaum, quiénes tienen el poder porque Claudia NO, desde el orquestado vacío del Estadio Azul, pasando por la imposición de Clara Brugada,17 puntos abajo de García Harfuch en las encuestas hasta las frustradas promociones de los precandidatos de Adán Augusto López o de Manuel Velasco, en Tabasco y Chiapas, todo se ve frustrado por la contracorriente.

 

Incluyendo el supuesto apoyo de Ebrard, quien fue el gran ausente en el arranque de la precampaña, demasiada razón tiene Claudia Sheinbaum, para acudir a ajustar los acuerdos del “bastón sin el mando” con hombre de Palacio Nacional.

 

Mejor ahora que todavía no se inicia oficialmente la campaña, que cuando ya esté a tambor batiente. Y para el inquilino de Palacio Nacional, los cuestionamientos no son menores.

 

Sin cuidar las formas, y con todos sus riesgos, esto es apenas, un aperitivo de lo que podríamos ser testigos durante la campaña política/electoral del 2024, que ya se nos aproxima.

 

La de una heredera de la candidatura de Morena, y que recibió de López Obrador, un “Bastón, pero sin Mando”.