“La política es el camino para que los hombres sin principios puedan dirigir a los hombres sin memoria” Voltaire.

 

Cuando se recuerde en la historia, el paso del año 2022 por México, será un triste recuerdo, con peores resultados, muy poco es lo que hay que presumir en los últimos doce meses en los que dejamos ir la oportunidad de realinear las cosas para construir una mejor patria, a pesar de los efectos de la pandemia, pero también de su mal gobierno AMLO, cuando este decidió cambiar su banda de presidente por la de líder de facto de Morena.

 

Se dice que la mitad de Palacio Nacional fue transformada en cuartel electoral del partido en el poder con un solo propósito de garantizar la victoria en las elecciones presidenciales de 2024, el único interés que hoy existe, la política “Morenista” se, vio aparecer en el invento de las corcho latas, que no es otra cosa que el invento cuatro teísta del dedazo presidencial que durante 70 años practico el PRI, la variante morenista es que el presidente elije a quienes le acomodan.

 

En un una competencia de piso disparejo, para acabar fingiendo que el pueblo juegue a la democracia y decida quién será el candidat@, y la otra mitad del palacio nacional se transformó en el ala dedicada a atacar a los opositores, y a todos aquellos que no piensan como el mandatario en turno y las pláticas mañaneras acabaron con el escenario desde donde todos los días se repite el sermón contra el adversario, la obsesión presidencial por conservar el poder más allá del 2024 desdibujo los tres niveles de gobierno, el equilibrio se perdió, si es que alguna vez existió, en el poder ejecutivo transformado el gobierno por entero en casa de campaña.

 

el gobierno de la Ciudad de México, la Cancillería y la Secretaría de Gobernación, solo operan bajo la línea de la sucesión presidencial. ¿Alguien reclama el que todavía no reparen la línea 12 del metro? Y el resto del metro acusa serias fallas de mantenimiento, ¿hay algo que presumir en la política exterior con un presidente que se la vive en el interior? Vea el caso Perú, ¿Es la secretaría de gobernación la dependencia a donde se cita a los adversarios públicos y privados para convencerlos de las bondades de la 4T,  solo basta preguntarle al gobernador Samuel García?, el poder legislativo también resintió en 2022 los embates del ejecutivo y aún sin mayoría la oposición mostro su capacidad de resistencia como muestra ahí está el rechazo a la ley eléctrica y la reforma electoral que obligo a crear un debatido plan B que esta por discutirse en la corte.

 

Y del poder judicial ni hablar, la fiscalía general de la república se exhibió en reiterados casos como el coto personal y de vendettas de su titular Alejandro Gertz, con todo el apoyo de la casa presidencial que un día sí y el otro también se dedicó a atacar en forma generalizada a jueces y magistrados a quienes acuso de corruptos, en 2022 arreciaron los intentos de mandar al diablo a las instituciones y a los casos de la comisión federal de competencia económica o al asalto sobre la comisión reguladora de energía se sumó una todavía más dramática y crucial la del INE.

 

La lucha presidencial contra el árbitro electoral es despiadada y sin cuartel, reduciendo en su plan B al mínimo sus operaciones, limitando recursos y poniendo en riesgo la calidad en la medición de los resultados electorales, y ni que decir de la suprema corte de justicia de la nación en donde el relevo en la presidencia del ministro Arturo Zaldivar, desató una guerra intestina entre los llamados “Candidatos de Palacio Nacional”, para elegir a la Magistrada Lucia Piña, como nueva titular de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, entendido como otro golpe más al inquilino de palacio nacional, en su intentona de poner titularen la SCJN, a modo presidencial.

 

 Por eso decimos que el 2022 es un año triste y de pobres resultados, porque se consumió en politiquería barata con la sola intención de garantizar la continuidad morenista en el quehacer nacional, hoy pocos cuestionan la inauguración de un disfuncional y hasta ahora inútil aeropuerto Felipe Ángeles, o de una refinería de dos bocas que con el doble del presupuesto programado no logra despegar y aplazo dos años su anunciada operación, ni que decir del tren maya que viene elevando seriamente sus costos y tiene rezagos que pronostican que no estará terminado al finalizar el sexenio. 

 

El 2022 debió ser el año de revertir los efectos de la pandemia, alineando los factores de la producción para catapultar el “nearshoring” que, nos puede traerá el desmantelamiento de plantas estadounidenses que operan hoy en china, pero no tenemos electricidad en donde la urgencia lo exige y Manuel Bartlett, no muestra interés mínimo en la estrategia alternativa para arreglar el problema.

 

Se le mira aferrado en sus tesis ideológicas, cómo el “Humanismo Mexicano” triste y pobre, es la herencia del 2022, un año en el que los dimes y diretes en las mañaneras marcaron el rumbo errático en el que hoy se mueve México, tanto dentro, pero peor aún fuera del territorio nacional.