Cuando se está inmerso en los medios de comunicación, se conocen las adversidades, cambios, historias, retos e intereses que enfrentan y rodean en lo individual o colectivo y al mismo tiempo, el sitio que les corresponde en el creciente mercado del consumo de información.

 

En todo el mundo, la radio, televisión, internet y la prensa (escrita y digital) conforman un sector esencial, no sólo por su capacidad de difusión, sino también, porque reflejan a todo un país o región, a su sociedad, economía, autoridad, lenguaje, cultura, tradiciones, etcétera.

 

Pero como en toda actividad comercial, los medios no están exentos a los vaivenes económicos; además, varios mantienen una estrecha cercanía con el poder político, lo cual modifica –en mayor o menor grado- la búsqueda, procesamiento y transmisión de su principal producto/servicio: la noticia.

 

“Nueva discusión”

 

En la actualidad, en México existe una polémica en torno a la posible amenaza a la libertad de expresión por parte del gobierno federal, situación que ha originado críticas de periodistas y la publicación de un desplegado firmado por algunos académicos e intelectuales.  

 

Sin embargo, el tema no es sencillo, hay muchos factores que se deben analizar. Por ejemplo, la relación prensa- poder es añeja, durante los 70 años de priismo, los medios –en general- fungieron como comparsas del mandatario en turno.

 

Listado de prácticas

 

Los sesgos, omisiones y distorsiones de la fuente presidencial eran constantes; a su vez, el gobierno tenía el monopolio de la importación, distribución y venta del papel para revistas y periódicos (con la paraestatal PIPSA) y en su caso, someter a todo impreso contrario.

 

Asimismo, la facultad para otorgar concesiones de radio y televisión recaía en el titular del Ejecutivo y sus secretarios de Gobernación y Comunicaciones, quienes de forma discrecional premiaban o castigaban a aquellos empresarios que buscaban incursionar en tan jugoso negocio.

 

El “chayote” fue -y todavía es- una práctica ilegal puesta en marcha desde las oficinas de Prensa de los gobiernos locales o federales, que consistía (consiste) en entregar dinero en efectivo al periodista a cambio de un “buen trato” al político o la denostación a sus adversarios, ya sea en sus notas, reportajes, entrevistas, columnas o artículos.

 

Los convenios son otra manera por la que un medio percibe ingresos y radica en el acuerdo (regularmente de palabra) entre la persona encargada del área de Comunicación Social de un gobierno o dependencia y el directivo de éste, para asegurar una cobertura amplia de las actividades del “cliente”, una línea editorial favorable y la inserción de publicidad oficial, a través del pago por un tiempo determinado.

 

Corte del suministro…

 

A partir de diciembre de 2018, el plan de austeridad decretado por la administración de Andrés Manuel López Obrador cortó el suministro económico a decenas de medios a nivel nacional, muchos beneficiarios directos de los tres regímenes anteriores.

 

¿Hay censura gubernamental o el recorte está afectando las arcas de los medios? Las posiciones son encontradas: Que las réplicas del presidente a los periodistas son un atentado a la libertad de expresión; otros comentan que el presupuesto se debe eficientar y no gastarlo en cualquier espacio y que los debates entre AMLO y los profesionales de la información son bienvenidos.

 

Principales enemigos

 

Lo cierto es que hoy en México el mayor número de ataques o amenazas a los comunicadores provienen del crimen organizado, después, de las autoridades locales (gobiernos o ayuntamientos) y en último lugar, del Poder Legislativo (local o federal), partidos políticos u otras organizaciones (empresas, asociaciones civiles, etcétera); por lo que el argumento ya señalado carece de sustento.

 

Una de las “leyes no escritas” del periodismo mexicano refiere que “sin dinero no hay apoyo”; por lo tanto, si el “cliente” (gobierno) no invierte en el medio, este último lo presionará con ataques hasta lograr una negociación.

 

Así pues, aquellas estaciones, diarios o portales que vivieron del erario, hoy sufren por su falta de visión, jamás imaginaron que los recursos públicos escasearían, nunca se preocuparon por diversificar sus ingresos, su departamento de Ventas ofrecía el mismo paquete a los inquilinos del palacio de gobierno, porque esta práctica habitual los dejaba llenos de dinero, pero a medias (informativamente hablando) a su audiencia.

 

*NOTA EXTRA

La Grilla, Grillos y Grillados cumple 7 años. Gracias por leer y compartir este espacio de opinión.    

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