El primer ministro, Benjamín Netanyahu, anunció días atrás que avanzará unilateralmente con su controvertido plan en respuesta a la retirada de líderes opositores de las conversaciones.

 

El presidente, Isaac Herzog, instó al Gobierno y a la oposición a continuar las negociaciones sobre la reforma judicial, tras el anuncio del primer ministro, Benjamín Netanyahu, de que avanzaría unilateralmente con su polémico plan en respuesta a la retirada de líderes opositores de las conversaciones.

 

«Siempre he creído y hoy más que nunca que las negociaciones son la mejor solución para el Estado de Israel», señaló Herzog a través de su cuenta de Twitter.

 

«Hago un nuevo llamado a mostrar responsabilidad nacional y a continuar el fructífero y relevante diálogo que se ha desarrollado en los últimos meses bajo los auspicios de la Residencia Presidencial», agregó, advirtiendo que las negociaciones son «la mejor manera de detener las fisuras y la división en la nación».

 

El presidente reconoció que, hasta el momento, estos diálogos no han llevado a acuerdos sobre ningún tema, pero se mostró confiado en poder «llegar a acuerdos, incluso sobre los temas centrales» de la reforma.

 

Esta iniciativa, impulsada por el Gobierno tras su llegada al poder en diciembre del año pasado, busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia, cuya independencia, según los críticos de la reforma, se vería profundamente debilitada.

 

Las declaraciones del presidente llegan poco después del anuncio de Netanyahu advirtiendo que su gobierno avanzaría en los próximos días con su polémico plan, tras la decisión de la oposición el pasado miércoles de retirarse de las negociaciones que buscaban lograr un consenso.

 

Según los reportes, los líderes de la coalición gubernamental mantuvieron un encuentro en el que acordaron los próximos pasos para avanzar con parte de la reforma, comenzando con la limitación del alcance del concepto de «razonabilidad», mediante el cual los tribunales pueden someter por iniciativa propia a revisión judicial cualquier decisión gubernamental por considerarla «irrazonable».

 

Por otra parte, uno de los proyectos centrales de la reforma, que busca otorgar una mayoría al Gobierno en el comité que selecciona a los jueces del país, quedaría suspendido hasta el comienzo de las sesiones de invierno del Parlamento en el mes de octubre.

 

La reforma impulsada por el Gobierno ha desencadenado las mayores protestas de la historia de Israel, que llevan 24 semanas consecutivas de multitudinarias manifestaciones contra este proyecto.

 

A finales de marzo, tras la decisión -luego revertida- de Netanyahu de cesar a su ministro de Defensa por instarle públicamente a detener los trámites legislativos, cientos de miles salieron a las calles en distintos puntos del país, donde se convocó también una huelga general que obligó al mandatario a suspender temporalmente la reforma y comenzar negociaciones con la oposición.

 

Sin embargo, después de dos meses de conversaciones, no se ha conseguido ningún consenso y los dos principales líderes de la oposición, Yair Lapid y Benny Gantz, anunciaron el pasado miércoles que se retiraban de las conversaciones ante lo que interpretaron como falta de voluntad del Gobierno de lograr acuerdos. EFE y Aurora