Ningún ser humano ha nacido nunca en el espacio, pero una startup holandesa de biotecnología pretende cambiar esto.

 

La compañía Spaceborn United quiere conseguir que los humanos tengamos bebés en el espacio. ¿Es posible? Por el momento nadie sabe si concebir bebés en el espacio tendría consecuencias perjudiciales para la salud. Eso sí, Egbert Edelbroek, director ejecutivo de Spaceborn United, cree que es solo cuestión de tiempo antes de que los humanos nos convirtamos en una especie espacial.

 

Y teniendo en cuenta que si los hoteles espaciales se hacen realidad en los próximos años o décadas, será algo que tendremos que plantear en algún momento, ya que realizar vacaciones en el espacio ya no será una fantasía de ciencia ficción y con ello, la naturalidad de viajar al espacio se convertirá en la misma que lo hacemos aquí en la Tierra. De ahí que un aspecto como la concepción en el espacio haya de ser tenido en cuenta también. Con el auge del turismo espacial, es probable que algún día alguien se quede embarazada en el espacio... y deberíamos estar preparados.

 

La humanidad aún no está lista para expandirse por el sistema solar

SpaceBorn United -fundada en 2017- lo tiene claro, ya que da un paso más y aspira a ser la primera en concebir un niño en el espacio para el año 2028. Pero, ¿cómo reproducirnos en el espacio? ¿Es seguro? El espacio es un lugar inhóspito. Ante todo, la gravedad significativamente reducida por sí sola ya es un inconveniente importante. Hay muchas preguntas y muchas variables sin resolver.

 

El objetivo a corto plazo de esta empresa holandesa sería ver si los roedores de laboratorio pueden concebirse y nacer en el espacio exterior, y luego dejarlos crecer para dar a luz a pequeños roedores. La meta de estos experimentos es que, en algún momento, sirva para apoyar la concepción y el nacimiento de humanos en el espacio ultraterrestre.

 

Algunos estudios en animales han sugerido que las diversas etapas de la reproducción (desde el apareamiento y la fertilización hasta el desarrollo del embrión, la implantación, el embarazo y el nacimiento) pueden funcionar normalmente en el espacio. Pero las investigaciones también sugieren que la radiación cósmica, al igual que otras fuentes de radiación, podría dañar el ADN, los órganos reproductivos y los espermatozoides y óvulos (entre otros problemas). Más allá de la magnetosfera de la Tierra, la nave y sus ocupantes acabarán bombardeados por la radiación cósmica galáctica (GCR). Potencialmente, esto podría provocar cáncer y mutaciones en el ADN.

 

Pero todos estos estudios se han realizado en placas de células cultivadas en laboratorio y no está claro cómo se traducirían los resultados a las células de un animal vivo o de una persona. Además, la radiación puede causar retrasos en el crecimiento, deterioro cognitivo, deformidades y mayores riesgos de muerte neonatal. El escenario, a día de hoy, es bastante negativo y desalentador al respecto.

 

¿Cuál es la tecnología que están desarrollando?

 

La plataforma realiza investigaciones científicas y traduce sus hallazgos en misiones espaciales y dispositivos biotecnológicos. El plan es permitir todas las etapas del embarazo en el espacio, con el objetivo final de traer un bebé al mundo en el espacio.

 

Desde SpaceBorn United están desarrollando una 'incubadora de embriones espaciales', un dispositivo en forma de disco diseñado para contener células sexuales masculinas y femeninas (espermatozoides y óvulos) y combinarlas en una órbita terrestre baja. Todo, en un espacio similar a una caja de zapatos. Tras varios días de crecimiento, el embrión en desarrollo será congelado criogénicamente y enviado de regreso a la Tierra, donde será examinado para determinar si hay posibilidades reales de ser implantado en una madre sustituta y llevarlo a término, según apunta la propia compañía. Después del experimento, la empresa planea realizar pruebas en embriones humanos que hayan sido fertilizados en condiciones de baja gravedad y gravedad artificial.

 

Para los experimentos con embriones humanos aún faltan muchos años, ya que incluso los experimentos con ratones de la compañía aún no han despegado, pero es cuestión de tiempo que tengamos que hacer frente y encontrar soluciones antes de que decidamos concebir en el espacio sin peligro alguno.