Detrás del cáncer de garganta se encuentra el virus del papiloma humano (VPH), responsable también del cáncer de cuello uterino.

 

Los médicos se han dado cuenta de que en los últimos veinte años, el cáncer de garganta ha tenido un crecimiento notable. Tanto que incluso algunos comienzan a calificarlo de epidemia, especialmente en Occidente.

 

En específico se ve un aumento en el cáncer orofaríngeo (la zona de las amígdalas y la parte posterior de la garganta). Detrás de este cáncer se encuentra la presencia del virus del papiloma humano (VPH), responsable también del cáncer de cuello uterino. El cáncer orofaríngeo es más frecuente que el de cuello uterino en EE.UU. y el Reino Unido, en la actualidad.

 

Hay que recordar que el VPH se transmite por vía sexual. La principal causa del cáncer orofaríngeo es el número de parejas sexuales que se han tenido a lo largo de la vida, y la práctica del sexo oral.

 

Según los datos de esta investigación, las personas con seis o más parejas sexuales con las que han practicado sexo oral a lo largo de su vida tienen 8,5 veces más probabilidades de desarrollar cáncer orofaríngeo.

 

Hisham Mehanna, catedrático del Instituto de Cáncer y Ciencias Genómicas de la Universidad de Birmingham, llevó a cabo un estudio en el que analizó a 1.000 personas sometidas a amigdalectomía por motivos no oncológicos en el Reino Unido.

 

El 80% de los adultos declararon haber practicado sexo oral en algún momento de su vida. Sin embargo, afortunadamente, sólo un pequeño número de esas personas desarrolla cáncer de orofaringe.

 

Mehanna cree que esto se debe a que un gran porcentaje de personas contrae enfermedades de transmisión sexual, pero su organismo es capaz de eliminarlas. Un pequeño número de personas no es capaz de llevar a cabo este proceso, quizá por un defecto de su sistema inmunitario.

 

En esos pacientes, el virus es capaz de replicarse continuamente para después integrarse en el ADN del huésped. Esto puede provocar que las células del huésped se vuelvan cancerosas.

 

La investigación resalta el hecho de que en los países desarrollados existen programas de vacunación que previenen contra el VPH, lo cual a su vez previene contra el cáncer de cuello uterino. Mehanna cree que hay bases para sospechar que esto también serviría para prevenir contra el cáncer orofaríngeo.

 

El problema es cuando las personas mantienen contacto sexual con poblaciones internacionales donde la cobertura de vacunas es baja. Esto provocaría que los contagios se repliquen. Hisham Mehanna es un fiel creyente de que la vacunación contra el VPH no debería ser una tarea exclusiva de mujeres sino también de los hombres, tal y como se promueve en países como Australia, Inglaterra y los EEUU.

 

A este respecto queda una ardua tarea por delante, ya que en la actualidad muchos países tienen la tendencia de dudar de las vacunas o a adoptar actitudes “antivacunas”, lo que también puede contribuir a reducir su aceptación.