La sepsis es la primera causa de muerte en pacientes hospitalizados, pero no existen tratamientos específicos para este síndrome. Te contamos en qué consiste.

 

La sepsis o septicemia es un síndrome grave, y una de las principales causas de muerte en el mundo. En la mayor parte de los casos, surge como una complicación de enfermedades graves como el cáncer, o una infección o lesión.

 

La sepsis se define como un fallo multiorgánico que puede conducir a la muerte; se produce cuando el sistema inmunológico dirige una respuesta anómala ante una infección. De hecho, la sepsis es la causa de muerte más común en personas hospitalizadas. Al producirse como una complicación de otras enfermedades, se suele considerar que la enfermedad primaria es la causa de la muerte, ignorando la sepsis: por ello, se la conoce como ‘la muerte silenciosa’.

 

En 2014, los investigadores Clifford S. Deutschman y Kevin J. Tracey publicaron un estudio en el que ponían en relieve esta problemática en cuanto a la sepsis: dado que este síndrome clínico queda eclipsado por la enfermdad inicial, estos investigadores apelan a la necesidad de más abordajes clínicos para el tratamiento efectivo de la sepsis. Es más, no hay medicamentos específicos para tratarla: “El tratamiento para la sepsis es inespecífico, y limitado principalmente a recuperar la funcionalidad normal del órgano y la administración de antibióticos y oxígeno por vía intravenosa”, reconocen los investigadores en el informe.

 

Además, no hay un paciente típico con sepsis; ataca a través de grupos de edad, geografía o estado de salud. Según la Biblioteca Nacional de Salud de los Estados Unidos, 18 millones de personas en el mundo sufren de sepsis, pero es difícil determinar exactamente su mortalidad. Igual que es una causa de muerte que queda ‘escondida’ bajo otras enfermedades, el número de variables que influyen en si un paciente sobrevive o sucumbe a la sepsis se desconoce. Pese a ello, los científicos estiman que es una causa principal de morbilidad y mortalidad en todo el mundo.

 

El 40% de los casos de sepsis ocurren durante una lesión de tejido estéril que surge de fuentes no infecciosas como pancreatitis, lesión por isquemia-reperfusión, cáncer y otros trastornos. El resto se da en pacientes con discapacidades, infecciones o lesiones. Pocas veces hay pacientes con un caso de sepsis no asociado a otras patologías.

 

Los mecanismos inmunológicos actuales no explican la base de la disfunción celular y la insuficiencia orgánica, que son la última causa de muerte. "Por ello, determinar estos mecanismos moleculares promete ofrecer terapias futuras basadas en la comprensión de los mecanismos fundamentales de la homeostasis fallida y cómo estos caracterizan la sepsis", concluye el informe.