Si vemos de cerca una burbuja de jabón flotando en el aire podemos distinguir una serie de colores que se mueven en su superficie.

 

Este remolino de colores se forma debido a un fenómeno denominado ‘efecto Marangoni’, el cual ayuda a lograr una distribución más uniforme de la tensión superficial de la burbuja, es decir, de la fuerza que une las moléculas del líquido.

 

Dicho fenómeno se produce cuando las moléculas denominadas tensioactivas se mueven desde las zonas con baja tensión superficial a las áreas con mayor tensión.

 

Asimismo este fenómeno despertó la curiosidad de los investigadores de la Universidad de Stanford, quienes buscaron la manera de detener el remolino que se forma en las burbujas.

 

Para ello, crearon una burbuja de aire de un milímetro de ancho debajo de la superficie de una solución de jabón, haciendo que se inflara y pausara.

 

EL ENCANTO DE LAS BURBUJAS DE JABÓN CONGELADAS

Cada vez que la inflaban, una nueva capa con el efecto Marangoni fluía en el borde exterior de la burbuja y atrapaba la capa anterior.

 

Con este procedimiento pudieron crear siete diferentes flujos de Marangoni en una sola burbuja.

 

LA APLICACIÓN  DEL ESTUDIO

Estos modelos de burbujas les han servido como herramienta en sus investigaciones porque actualmente estudian la dinámica de las burbujas y el efecto Marangoni relacionado con la calidad de la espuma de la cerveza, con la separación del petróleo crudo del agua y con las burbujas indeseadas en fórmulas de fármacos.

 

También han trabajado en la resequedad de los ojos y en sustitutos de los surfactantes pulmonares (sustancia en los alvéolos) a fin de prevenir colapsos pulmonares en los recién nacidos.