Científicos estadounidenses de la Universidad de Vermont lograron diseñar los primeros 'microbots' con la capacidad de regenerarse gracias a las células madres de la rana africana.

 

Estas máquinas llevan por nombre "xenobots", miden apenas 0.1 milímetros y pretenden usarlas para la medicina, la ecología y cualquier otra función que puedan aplicar.

 

Xenobots: las 'máquinas' anfibias

El material genético para desarrollar estos pequeños robots se extrajo de embriones de la Xenopus laevis, conocida comúnmente como rana africana.

 

De acuerdo con el comunicado de prensa emitido por la Universidad, las células extraídas de piel y corazón se incubaron para que la supercomputadora de la universidad remodelara su fisionomía en "formas corporales específicas".

 

Aunque se les catalogan como robots, los xenobots no poseen engranes o circuitos como las máquinas convencionales. Sus creadores los consideran, mejor dicho, como "mecanismos biológicos".

 

«Estas son máquinas vivas novedosas. No son un robot tradicional ni una especie conocida de animales. Es una nueva clase de artefactos: un organismo vivo y programable», dijo Joshua Bongard, un especialista en Robótica y colaborador del experimento.

 

Sus funciones orgánicas

Los científicos descubrieron que los "xenobots" tienen la capacidad regenerarse. Uno de los especímenes fue dividido, se curó por sí solo y siguió mostrando signos vitales.

 

Aunque las criaturas están diseñadas con depósito de lípidos y proteínas para su subsistencia, las pruebas demostraron que pueden vivir una semana sin nutrientes. Después de siete días, dejan de funcionar.

 

Sin embargo, estos microbots tienen un par de limitantes: no se pueden reproducir y tampoco pueden evolucionar a pesar de su condición genética.

 

El uso de los xenobots

La Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa de Estados Unidos es la instancia que financió el proyecto y serán ellos los encargados de determinar su uso, pero los investigadores ya piensan en todas las aplicaciones posibles para los xenobots.

 

Por su tamaño y capacidad para sobrevivir sin nutrientes, estas 'micro-máquinas anfibias' podrían utilizarse para trasladar medicamentos hacia un ubicación especifica dentro de un paciente o incluso tendrían aplicaciones beneficiosas para el medio ambiente.

 

«Podemos imaginar muchas aplicaciones útiles de estos robots vivos que otras máquinas no pueden hacer como buscar compuestos desagradables o contaminación radiactiva o recolectar microplásticos en los océanos», comenta el biólogo Michael Levin.

 

El equipo de Vermont señala en su sitio web que los xenobots podrían reparar defectos de nacimiento, reprogramar tumores, regenerar células después de una lesión traumática o una enfermedad degenerativa y contrarrestar el envejecimiento.

 

Los xenobots se pueden programar para trabajar en equipo porque son "organismos reconfigurables". Es decir que la inteligencia artificial rediseña las funciones en el ADN extraído de las ranas para indicarles qué procesos seguir.