Científicos del Instituto Sloan Kettering en Nueva York, liderados por el oncólogo español Joan Massagué, descubrieron que la capacidad de los cánceres para hacer metástasis —propagación del cáncer a otras regiones del cuerpo— depende de su capacidad para cooptar las vías naturales de reparación de heridas, lo que abre una vía para su posible tratamiento.

 

El estudio se publico en la revista científica Nature Cancer.

 

¿QUÉ ES LA METÁSTASIS?

La metástasis significa que el cáncer se propaga a una parte diferente del cuerpo desde donde comenzó. Cuando esto sucede, los médicos dicen que el cáncer se ha «metastatizado».

 

Aunque también pueden llamarlo «cáncer metastásico», «cáncer avanzado» o «cáncer en etapa 4».

 

Pero estos términos pueden tener diferentes significados. Por ejemplo, un cáncer que es grande pero que no se ha diseminado a otra parte del cuerpo también se puede llamar cáncer avanzado o cáncer localmente avanzado.

 

Se recomienda que en caso de dudas, te acerces a un especialistas en el tema.

Las metástasis se desarrollan con mayor frecuencia cuando las células cancerosas se separan del tumor principal y entran al torrente sanguíneo o al sistema linfático.

 

¿CÓMO SE PROPAGA?

Los especialistas expresaron que no se sabe mucho sobre lo que hace que las células cancerosas sean capaces de reproducirse.

 

Sin embargo, la investigación concluyó que las células iniciadoras de metástasis emplean un truco para propagarse: cooptan las capacidades naturales de curación de heridas del cuerpo.

 

«Ahora entendemos la metástasis como la regeneración del tejido equivocado (el tumor) en el lugar equivocado, los órganos vitales distantes», dijo Joan Massagué, director del Instituto Sloan Kettering y el director de la investigación sobre un asunto en el que lleva 30 años investigando.

 

La metástasis, la propagación del cáncer a otras regiones del cuerpo, es responsable del 90% de las muertes por cáncer.

 

Anteriormente existían indicios de que los cánceres podrían utilizar vías de curación de heridas para apoyar su crecimiento.

 

En la década de 1980, el investigador Harold Dvorak denominó a los tumores «heridas que no sanan». Pero los nuevos hallazgos presentan la primera imagen detallada de cómo funciona este proceso en el nivel de células y moléculas.

 

UN CAMINO LARGO Y DIFÍCIL

Aunque la metástasis es mortal, no es algo que las células cancerosas puedan hacer fácilmente.

 

Para propagarse, las células cancerosas deben separarse con éxito de sus vecinos, atravesar las capas de tejido que las separan de la circulación, nadar o arrastrarse a una nueva ubicación en el cuerpo a través de la sangre o el líquido linfático, salir de estos vasos, luego echar raíces y comenzar a crecer en el nueva ubicación.

 

En cada paso de este proceso, la mayoría de las células cancerosas sueltas mueren. Menos del 1% de todas las células cancerosas que se desprenden de un tumor finalmente formarán metástasis medibles.

 

«Una vez que las células cancerosas aprenden a sobrevivir al estrés de vivir en un ambiente extraño, es muy difícil deshacerse de ellas», dijo Karuna Ganesh, médico-científica del Programa de Farmacología Molecular de SKI.

 

Los especialistas querían entender qué permite a algunas células sobrevivir a este viaje estresante.

 

Por tal motivo, se centraron en una molécula llamada L1CAM, que estudios previos del laboratorio demostró que es necesaria para que numerosos tipos de células cancerosas hagan metástasis con éxito en los órganos.

 

Asimismo, los tejidos sanos normales no suelen producir L1CAM, pero los cánceres avanzados sí lo hacen. Lo que desencadena exactamente la expresión de L1CAM ha sido hasta ahora un misterio.

 

L1CAM COMO MARCADOR DE CURACIÓN DE HERIDAS

Al observar los tejidos tumorales humanos con un microscopio, fue claro para los investigadores que dividir las células con L1CAM era más común en áreas donde se rompía una capa epitelial, es decir, herida.

 

Esto llevó a los científicos a preguntarse si se requiere L1CAM para la reparación normal de la herida, como ocurre en el intestino después de la colitis.

 

Así que usando un modelo de colitis en ratones, descubrieron que, de hecho, este era el caso.

 

Luego, querían saber exactamente de qué se trata el proceso de herida que hace que las células enciendan la L1CAM. Para averiguarlo, recurrieron a una tecnología desarrollada recientemente llamada organoides tisulares.

 

Estas estructuras tridimensionales se desarrollan a partir de células humanas y en muchos aspectos se asemejan a los órganos humanos.

 

Trabajando con el cirujano de cáncer colorrectal MSK Julio García-Aguilar, el Dr. Ganesh pudo obtener muestras frescas de tumores colorrectales metastásicos, que luego creció en gelatina hasta que formaron organoides tumorales tridimensionales.

 

Usando estos organoides tumorales, ella y sus colegas pudieron demostrar que simplemente separar las células de sus vecinos era suficiente para desencadenar la producción de L1CAM.

 

Además, los organoides permitieron a los investigadores determinar en detalle las señales moleculares que activan la L1CAM.

 

¿Por qué las células iniciadoras de metástasis comparten un marcador de cicatrización de heridas?

Fundamentalmente, las heridas son una brecha en la integridad de la capa epitelial de nuestra piel: las células que normalmente están unidas entre sí para formar una barrera protectora se separan repentinamente de sus vecinos.

 

Del mismo modo, en metástasis, las células se desprenden de sus vecinos y adoptan un comportamiento migratorio para llegar a nuevas ubicaciones.

 

«LA METÁSTASIS ES LA CURACIÓN DE HERIDAS QUE SALIÓ MAL», DICE EL DR. GANESH.

 

Como los investigadores anteriores habían relacionado el crecimiento del cáncer con la cicatrización de heridas, los científicos de SKI se preguntaron si las células que producen L1CAM son necesarias para iniciar el crecimiento de un tumor primario.

 

Usando un modelo de ratón, descubrieron, que no lo eran; los tumores se formaron bien sin él. Sin embargo, estas células productoras de L1CAM eran necesarias para que los tumores hicieran metástasis.

 

Finalmente, el avance concreta que las metástasis no se derivan de mutaciones genéticas, sino por una reprogramación de las células que les permite regenerar creando metástasis.