Un aire crepuscular en la que los cuerpos danzantes revolotean entre los murmullos electrónicos, entre sintetizadores la evocación etera de la manifestación corpórea, teniendo como recinto el Foro Indie Rocks de la Ciudad de México, se celebró el aquelarre musical, denominado “Synth Fest” en su tercera edición.

 

Con un sonido electro pop y bajo ciertas reminisencias a lo hecho por agrupaciones como Depeche Mode, la agrupación mexicana Data, transportó a los asistentes a un paseo por universos electrónicos de delirantes emociones, un aire marcadamente independiente de un pop oscuro.

 

Still Second, la banda revelación, misma que con llenos totales se había presentado en diversos foros en Europa, la que evoca sonidos a manera de reminiscencias de los presentado hace más de dos décadas con agrupaciones como Cocteau Twins, Bauhaus o Joy División, aquella agrupación que logra fusionar –como en una caja de resonancia – cortes de guitarra seca, lapidantes bajos y una voz ecléctica en un conglomerado oscuramente hipnotico, a pesar de algunos fallos técnicos, una excelesa carta de presentación ante el publico mexicano.

 

Mr. Kitty, fue el responsable de incendiar la pista de baile, con su autodenominado Self-destructive Synth Pop, destellos que enlazaban un darkwave, synthpop, eurodance y witch house, armonias que acompasaban las atmosferas cibernéticas, abrazados en las fulgurantes luces estroboscópicas, resplandecimiento multicolor entre los asistentes, quienes se adjudicaron por momentos los coros en una tonalidad cadenciosamente siniestra.

 

De la instrumentista alemana Alison Lewis, se puede decir muy poco, pues sus presentaciones tienen esas evocaciones nostálgicas, entre añoranzas de ritmos sutiles que navegan por toda la gama de sonoridades en sus proyectos alternos (Zanias, Linea Aspera y Keluar), una mezcla entre lo irreal y abastracto, para cerrar con la presentación de la legendaria agrupación State of Union, quienes presentaron su más reciente trabajo discográfico, intitulado Indupop, además de algunos cortes que demostraron porque son uno de las agrupaciones con un sequito de fieles seguidores.

 

Entre la resonancia armoniosa de la belleza etérea y la danza rítmica de los cuerpos nocturnos, los sonidos noctámbulos cerraron una velada inolvidable.

 

Acá una galería de lo vivido aquella noche: