Entre las varias herencias que la presidenta Claudia Sheinbaum, recibirá del presidente López Obrador, está la de CFE, y de Pemex. Esta última es la empresa energética más ineficiente y quizá la más endeudada del mundo.

 

Cuando tomó posesión en 2018, el mandatario López Obrador, prometió que sacaría a la petrolera mexicana de sus crisis de deuda y de producción en la que la metieron los gobiernos del PRIAN, Falló, en su promesa de hacerlo.

 

Pemex es otra de las herencias malditas del sexenio de la 4t, que deja una deuda con bancos de 100 mil millones de dólares, 26 mil millones de dólares más en adeudos a proveedores. Y todo con una producción notoriamente a la baja. Se la entregaron en 2018 produciendo 1.78 millones de barriles diarios y la van a entregar con 1.47 millones de barriles diarios. ¿Y toda la inversión? ¿Y todos los rescates? La gestión de Octavio Romero fue un fracaso.

 

Para mantener a flote a la paraestatal energética se le tienen que inyectar, desde SHCP, miles y miles de millones. Los subsidios alcanzan cifras récord, Por eso, Pemex es un lastre difícil de sacar a flote sin una nueva estrategia. Por eso, la atención de ayer se centró en la designación de Víctor Rodríguez Padilla, un (técnico-científico) cercano a la nueva presidenta, con el que se buscará revertir el drama de lo que alguna vez fue una de las petroleras más admiradas del mundo y la joya de la corona fiscal de México, entre los años 1980 y 2006.

 

Dicen los que conocen que lo viene, de la nueva presidenta replanteará la estructura de Pemex. La exploración, la extracción y la refinación serán responsabilidad de Rodríguez Padilla. La administración y las finanzas se trasladarán a la SHCP, en donde el Secretario Rogelio Ramírez de la O, promoverá un agresivo rescate financiero.

 

Una tarea que, bajo los esquemas tradicionales, se antoja imposible, sobre todo cuando nadie reconoce que el 40 por ciento del combustible que se vende hoy en México, proviene de huachicol fiscal gasolina de contrabando, que ese cáncer cuyas utilidades presuntamente alimentan a Morena y a un puñado de políticos corruptos, que está hundiendo todavía más a Pemex.

 

Hay quienes insisten que por ello se estaría acudiendo a quienes, en México, tienen las alforjas llenas de dinero, como Carlos Slim, a quien el actual y agonizante gobierno le acaba de autorizar un mega contrato para rescatar el yacimiento de gas Lakach.

 

 El dueño de Grupo Carso ya tenía invertidos mil 200 millones de dólares, el 43 por ciento de esa operación. Pero hace apenas unas semanas anunció que se quedaría con el 57 por ciento restante, al inyectarle mil 800 millones de dólares más.

 

Como que vamos observando hacia dónde va la reestructuración. Pasaremos del hoyo negro de Pemex Internacional, al Huachicol fiscal y ahora al Slimex.

 

El empresario mexicano libanes, qué domina las telecomunicaciones en México, y en media docena de países, a quien el candidato López Obrador, lo incluía en el año 2012, como integrante del llamado grupo de la “Mafia del Poder”, se entronizó en este sexenio como el principal contratista del gobierno, ratificó su posición dominante en la telefonía ya le van a desaparecer la Comisión Federal de Competencia Económica y ahora será también el principal contratista de Pemex.

 

Sin riesgo alguno, porque él hará la inversión, se la pagarán a precio pactado, aunque las exploraciones o extracciones no sean exitosas. A todas esas pesadillas en crudo hay que sumar el costo de llevar a plena producción la refinería de Dos Bocas, que, con un costo de construcción duplicado a los 16 mil millones de dólares, se perfila para ser después del Tren Maya el segundo mayor elefante blanco de este sexenio.

 

Por eso decimos que la herencia para Claudia Sheinbaum, es una petrolera en franca decadencia, un barril sin fondo que se come nuestros impuestos, sin otro mérito que pretender decir que estamos construyendo la autosuficiencia energética.

 

Ante este adverso panorama no sabemos si felicitar a Víctor Rodríguez Padilla, quien como nuevo titular de Pemex, se sacó “la rifa del tigre”. Y en este mundo de talentos tan versátiles de la 4t, como el presidente no se salió con la suya para ratificar a Octavio Romero en Pemex.