El Departamento de Justicia de E.U. anunció esta semana que desmantelo a uno de los cárteles, más sofisticados en el negocio criminal de “fentanilo y las metanfetaminas” no se trata del CJNG, sino de una organización dirigida y operada por ciudadanos estadounidenses en ambos lados de la frontera, el 4 de enero de 2019, Clinton James Ward fue arrestado en el estacionamiento de un motel en Minnesota, por vender metanfetamina desde su habitación semanas después logro escapar a México, donde rápidamente estableció, una red criminal de aliados vinculados tanto al C.S. como al  CJNG, durante los últimos cinco años Clinton James Ward, dirigió desde su residencia en Jalisco, un negocio propio de exportación de metanfetaminas, fentanilo y cocaína a Estados Unidos.

 

Los fiscales federales del distrito de Minnesota, lo acusan de haber distribuido al menos 1600 libras de opioides sintéticos en el área metropolitana de Minneapolis, el 11 de Marzo del 2024, James Ward, fue detenido por autoridades mexicanas y extraditado al sistema judicial de Estados Unidos el martes 6 de agosto el departamento de justicia anuncio la apertura de un maxi proceso contra la organización de Ward se presentaron cargos de narcotráfico y conspiración para distribuir metanfetamina, cocaína y fentanilo, en contra de quince personas, todos los acusados son ciudadanos norteamericanos, el fiscal federal Andrew M Luger, declaro que la acusación ha desmantelado a una de las organizaciones de tráfico de drogas más sofisticadas y significativas que me ha tocado procesar en mi gestión como fiscal del departamento de justicia.

 

El caso fue atacado en coordinación con la DEA el FBI, y contó con la asistencia de autoridades mexicanas, la investigación del Departamento de Justicia e inteligencia recabada por la DEA, detectaron que WARD, utilizo infraestructura y contactos de las dos principales organizaciones criminales en México, para traficar y distribuir desde Jalisco hasta Minnesota.

 

Ward se agrupo con dos cárteles mexicanos su organización dejó un rastro de destrucción sentencio, el fiscal Luger;  Alvin M Winston, agente especial del FBI, encargado del caso calificó el proceso contra de la Camorra de Minnesota, como la disrupción de una significativa red de tráfico de drogas, la detención de Ward, y la operación de la Camorra de Minnesota, echan por la borda los conceptos comunes y las narrativas prefabricadas que rodean a la guerra contra las drogas,  primero pone en evidencia que las cabezas de las organizaciones criminales no solo llevan los apellidos, Oseguera, Zambada, o Guzmán.

 

 James Ward, es un hombre blanco de 45 años de nacionalidad estadounidense, segundo el hecho de que Ward, haya trabajado simultáneamente con el C.S. y con el CJNG, deja claro que las fronteras y jerarquías de las organizaciones criminales son informales inestables y dinámicas los cárteles o son estructuras verticales sino franquicias que a veces comparten a prestadores de servicio distribuidores, sicarios, operadores financieros y contactos políticos; la Camorra de Minnesota, es un grupo que la política de control de drogas del partido republicano, parte de una premisa equivocada la crisis migratoria y el caos de sistema de asilo explican solo una mínima parte de las exportaciones de opioides sintéticos a Estados Unidos.

 

De a cuerdo a datos del gobierno norteamericano la mayoría de las metanfetaminas y el fentanilo que se consume en territorio estadounidense es introducido por ciudadanos americanos a través de los puntos de control fronterizo de la Customs and Border Protection, del Departamento de Seguridad Interior.

 

Las organizaciones como la de Ward, son ideales para adaptarse a un contexto de atomización de los cárteles, en realidad son un reflejo de la política, de descabezamiento de organizaciones criminales conocida como The Kingpin Strategy, implementada a partir del gobierno de Felipe Calderón, el uso de fuerzas especiales del ejército de Estados Unidos  en México y la designación de los cárteles tradicionales como organizaciones terroristas difícilmente alcanzarán a operaciones como la de Ward, estructuras discretas de quince personas dirigidas por ciudadanos estadounidenses.

 

Durante casi dos décadas la estrategia del gobierno mexicano para hacer frente a los cárteles ha oscilado entre intervenciones militares agresivas para atomizar a grupos criminales y pactos de no agresión para conseguir una suerte de “calma narca” ambos enfoques han sido absoluto fracaso, el estado mexicano se ha negado por omisión o complicidad a desmantelar las redes de lavado de dinero, de los cárteles y las estructuras de protección política.

 

Dijese un capo muy importante si me atrapan o me matan nada cambia dijo Ismael el “Mayo” Zambada a Julio Scherer, en la célebre entrevista para la revista proceso, no es casualidad que su arresto haya estado precedido por la preparación de una sucesión del imperio criminal dividida entre Ismael Zambada sicarios “el mayito flaco”, e Ismael Zambada “Imperial” “El Mayito Gordo”.