Hace dos años y ocho meses que este país se paralizó entre el asombro y el horror, un tramo del viaducto elevado de la línea 12 del metro, se cayó un tren quedó partido por la mitad 26 personas murieron y más de un centenar resultaron heridas ese tramo fue reabierto y en ningún momento se mencionaron a esas víctimas.

 

Eso sí se dieron detalles del reforzamiento de la obra de tal forma que la tragedia no se repita, sin embargo sabemos que lo único seguro en este caso es que la próxima estación se llama “impunidad”, la tragedia de la línea 12 fue una demostración cruel de que la corrupción también mata, que la negligencia en obras públicas no solo es un tema de pesos y centavos, sino que pone en riesgo el bienestar de las personas y aunque luego de la catástrofe vinieron cuantiosas protestas terminaron siendo ignoradas.

 

Hubo exigencias de peritajes independientes y decenas de víctimas reclamaron que la justicia hiciera lo propio y que no pretendieran callarlos con dinero pidieron que los responsables fueran llevados ante la justicia pero la tardanza de las autoridades siempre es una apuesta franca al olvido, en estos casi tres años ni una sola empresa ha sido tocada ni con un citatorio, la entonces directora del metro Florencia Serranía, no tuvo ni siquiera la dignidad de renunciar vamos ni siquiera se paró en las conferencias donde se revelaron peritajes y entonces la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, dejo el asunto pendiente porque su mirada estaba ya puesta y fija en la campaña presidencial.

 

Pero la mayor responsabilidad estaba en manos de la entonces fiscal de la ciudad Ernestina Godoy, quién se ocupó exclusivamente en evitar que la tragedia se convirtiera en una molestia para el gobierno capitalino la ex fiscal Godoy, es tan bien cómplice de esa maquinaria de darle silencio a las víctimas pero no hay alfombra que alcance para esconder el metro partido por la mitad no la hay y no la habrá pero en el caso de la línea 12 hay únicamente diez exfuncionarios y supervisores de obra que fueron vinculados a procesos por homicidios, lesiones culposas, y daño a propiedad privada, entre ellos está incluido el ex director del proyecto Metro, Enrique Horcasitas.

 

Sin embargo, el caso está empantanado porque hay distintos amparos pendientes de ser resueltos, para que imaginen lo atorado que esta el asunto déjeme decirle que a casi tres años de la tragedia el juicio ni si quiera ha empezado, cuando la línea 12 colapso.

 

El grupo CARSO, se ocupó de la reconstrucción, aunque a la fecha se desconoce el monto total de la intervención porque se trató de un gasto hecho por esa constructora lo que se sabe que la firma grupo mexicano de seguros pago 300 millones de pesos de indemnización al metro de la ciudad de México por el colapso, pero tampoco se conoce con precisión a donde fue a parar ese dinero.

 

Desde el año pasado el gobierno capitalino celebro la reapertura de unas cuantas estaciones sin embargo fue el Jefe de Gobierno Martí Batres, dio por abiertas las seis estaciones que estaban pendientes y en ese acto protocolario cada funcionario presente dijo que la línea es segura que se hicieron pruebas hasta el cansancio, pero insisto nunca nadie menciono a las víctimas de esta tragedia.

 

El único que hablo de este tema fue Andrés Lajous, secretario de movilidad y solo dijo: “lamentable evento, fue una tragedia de verdad la muerte de 26 personas puede calificarse como un lamentable evento”, insisto es una tragedia salpicada encima de corrupción y de impunidad manchada por el olvido de las autoridades encargadas de impartir justicia, el funcionamiento de las 20 estaciones de la línea 12.

 

Sin duda significa un cambio en la vida de millones de habitantes de la periferia de Tlahuac, Milpa Alta, Ixtapalapa, que sin esa vía pasaban horas y horas atorados en el transporte público gente que pasa más tiempo entre trasbordos, tráfico, y el metro que en sus camas durmiendo.