Junto con el poder judicial, el INE ,y los organismos autónomos han sido los sectores más atacados, denostado y dañado en el sexenio actual, hasta el grado de provocarles una crisis presupuestaria , sin embargo en la recta final de su sexenio de López Obrador, el presidente quiere ir más allá, busca desaparecerlos, tomar esos recursos y ponerlos en sus propios proyectos, pero López Obrador no es parejo, no quiere la muerte para todos los autónomos sino solo para aquellos que le estorban porque significan un contrapeso en el poder autoritario que ha ejercido el presidente.

 

Durante los últimos cinco años el presidente ha manejado una narrativa mezquina y que demuestra su miopía como jefe de estado, según él hay organismos autónomos como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y protección de Datos Personales o sea el INAI que encarnan todos los males, es decir fueron creados en el periodo neo liberal y fracasaron en su labor de frenar la corrupción, pero eso último es una mentira la tarea del INAI, jamás ha sido ni es revelar tramas de corrupción, sino garantizar que los ciudadanos accedan a información del gobierno.

 

Sin embargo tanto para este gobierno como para los que estuvieron antes, su alergia a la transparencia es incomoda, así lo demostró el viernes el presidente al decir que en su paquete de reformas que enviará este 5 de febrero, se contempla la desaparición de varios organismos autónomos, y el primero que le vino a la mente por supuesto fue el INAI, porque no es un secreto que esta administración se ha empeñado en negar en dar los datos cruciales del Tren Maya, la compra de vacunas para el COVID19, y todo lo que toque a las fuerzas armadas, pero esta aversión a los autónomos no solo ha pasado factura al INAI, ellos el año pasado atravesaron una parálisis por la falta de nombramientos.

 

También están bajo la mira presidencial la Comisión Reguladora de Energía y el Instituto Federal de Telecomunicaciones, el argumento del presidente en contra de esas tres últimas instituciones es que se encuentran tomadas por élite del poder , que no cuentan con una autonomía porque en realidad obedecen a grupos fácticos y ahí con ese argumento es que aMLO revela su coraje porque si las cosas son como él dice entonces está desperdiciando una enorme oportunidad para demostrar que es un verdadero demócrata que cree en las instituciones y que apuesta por fortalecerlas, porque claro está que este país merece un organismo que supervise que no haya prácticas monopólicas.

 

Claro está que los mexicanos necesitamos una institución que supervise el ramo energético, pero no el presidente, prefiere deshacerse de todo y mandarlo a la basura, porque cree que nada que no lleve su pensamiento de la 4t, esa indigno de sobrevivir, pero esa equivocación se hace todavía más evidente cuando el mismo viernes dijo que del hachazo a los autónomos salvaría a instituciones como la Comisión Nacional de Derechos Humanos, misma que en el pasado fue un referente en defensa de la victimas en México, pero que hoy no es más que una institución que le lava la cara a todo lo que pueda afectar a la 4t, la CNDH que en este momentos está en manos de Rosario Piedra Ibarra, no es más que una oficina al servicio de Palacio Nacional, si no pregunten a todos los miembros del consejo consultivo que renunciaron justamente argumentando que había demasiada cercanía entre la comisión y el poder presidencial, López Obrador ha demostrado una y otra vez su aversión a la crítica y a la autonomía.

 

Ha recortado presupuestos ha amenazado con la desaparición de estos órganos ahora con su anuncio ha demostrado que no le gusta la transparencia, ni la ley, pero el presidente no se va detener con la desaparición de los autónomos que le interrumpen, ha anunciado saber que pretende recortar recursos que financian estos organismos para financiar un nuevo sistema de pensiones que, aunque sueña maravillosa en papel.

 

Pero en la práctica puede resultar en un desastre financiero sencillamente porque no hay forma de que todas las personas se jubilen con el 100 % de su último salario ya que representaría una carga financiera brutal.

 

En México un modelo como el que se pretende representaría una carga de 260 mil millones de pesos para el 2030, según estimaciones de economistas, el ataque de López Obrador, con los autónomos es un ataque directo a la vida pública y a la división de poderes ,a los contrapesos pero al parecer eso no importa en esta administración porque ha quedado más que claro que al presidente nadie le explico que gobernar requiere de dialogo de buscar consensos de respetarla pluralidad y sobre todo de escuchar, pero todo esto para el no existe.