En cualquier otro país, los político involucrados en actos de corrupción ya estarían sometidos a una profunda investigación por la Fiscalía de la Nación, en países con legislaciones más avanzadas y severas la red completa de corrupción estaría tras las rejas al momento de ser descubierta o denunciada, incluso en el Japón el funcionario corrupto sorprendido financiando sus campañas con dinero sucio se hubiera practicado el harakiri o suicidio por dignidad.

 

Pero en México en este país no pasa nada contra la impunidad es de total, la complicidad se impone el partido en el poder se sabe intocable, la oposición guarda silencio medroso y cómplice, en días pasados se dieron a conocer el contenido de los teléfonos del empresario Sergio Carmona, el que fue ejecutado al más puro estilo de la mafia en una barbería de San Pedro Garza García, en Nuevo León.

 

Los vídeos mensajes de voz y chats no dejan lugar a dudas de la red de corrupción que, por miles de millones de pesos, se tejió gracias al manejo descarado del huachicol fiscal, la importación de gasolinas sin pagar impuestos por las aduanas de Tamaulipas especialmente por la de Reynosa, de la que era director el hermano del asesinado, las cifras son claras más de 300 mil millones de pesos de evasión fiscal y desviación de recursos en lo que va del gobierno de la 4t, una descomunal cifra que acabo en las cuentas de los Carmona, para desde ahí destinarse a financiar campañas electorales de Morena, los mensajes telefónicos de Carmona exhiben a medio gabinete del actual gobierno tamaulipeco de Américo Villarreal, participando en la danza de los millones y de los acuerdos para financiar organizaciones no gubernamentales e incluso para apoyar a diputados, alcaldes, funcionarios estatales e incluso al presidente de Morena Mario Delgado.

 

Frente a esa contundente evidencia todos callan nadie quiere llamar la atención prefieren que el tiempo y el nuevo escándalo de mañana acabe por sepultar estas evidencias, es entendible el silencio de Morena, frente a lo que en cualquier otro sexenio sería el mayor escándalo financiero de cualquier gobierno, cerca de cuatrocientos mil millones de pesos equivalen a dos veces el presupuesto de la poderosa Sedena, o casi el presupuesto total del Tren Maya.

 

Para que la oposición no salga a dar la cara para exigir al menos una investigación a la fiscalía de delitos electorales es complicidad inaudita, que nadie desde la Cámara de Diputados o desde el Senado alce la voz para pedir a las autoridades competentes que se dejé en claro un caso que tiene elevadas dosis de lavado de dinero y la operación de una red criminal electoral, con un asesinato de por medio, vaya que ni Pemex a quién lesionan con esos contrabandos de combustibles, ni el SAT al que le escamotearon los miles de millones de pesos en impuestos no pagados, exijan cuentas es absurdo, saqueo autorizado y mientras tanto en Tamaulipas se aparenta que gobierna el Morenista Américo Villarreal, cuando toda la clase política y empresarial sabe que la gobernadora de facto es Perla Sharaza, la pareja sentimental del asesinado Sergio Carmona, quién está dedicada a cobrar los favores económicos que en vida repartió su esposo.

 

Lo que es peor además de apoderarse de posiciones claves del gobierno estatal para recuperar lo invertido por Carmona en la elección de 2022, ahora ese mismo séquito está patrocinando las nuevas campañas de las morenistas que quieren instalar en el Senado y en la Cámara de Diputados.

 

Por eso crece la importancia de la carta que los congresistas norteamericanos Henry Cuellar, Vicente González, demócratas y Fan CrenShaw republicano, que enviaron a la representante Comercial Katherine, alertándola del peligro que, para Estados Unidos, significa el grupo criminal del huachicoleo, entre su País y México, allá por lo menos alertan, y buscan frenar la acción criminal.