La historia de México tuvo un punto de quiebre, y con la certeza de que por primera vez en nuestra existencia como nación es posible una mujer este en la Presidencia de la Republica en 2024, falta por saber si será Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez, pero antes de eso la morenista enfrenta su primera escaramuza política, resolver el destino de Marcelo Ebrard porque el ex canciller no solo tiro el proceso, sino a todo el movimiento por que hizo públicas sus fechorías y no ha declarado su ruptura con Morena, hasta hoy.

 

Desde el 11 de junio, cuando quedaron fijadas las reglas de la encuesta de Morena se anticipaba un mano a mano entre Sheinbaum y Ebrard, dos políticos profesionales con experiencia y cercanos a López Obrador, sin embargo para ese momento la ex jefa de gobierno ya tenía algo en la bolsa, algo que Ebrard, jamás pudo conseguir el 29 de septiembre de 2021, en un evento en la ciudad de México el presidente le levanto la mano a Claudia Sheinbaum, y dijo ante la prensa “es ella”, y no hubo vuelta atrás y aunque Marcelo Ebrard, dio la batalla para torcer el destino, la estampa de Sheinbaum como la favorita quedo marcada a fuego.

 

Ebrard llego hasta las últimas consecuencias y se jugó una carta tan arriesgada como letal al filo del mediodía sus representantes en la encuesta salieron a decir que había cosas anómalas en el conteo, por ejemplo urnas que llegaron sin boletas, y cuestionarios que venían sin el talón del folio según Malú Micher, la mano derecha de Ebrard, esas inconsistencias se detectaron en el 14.4 % de los cuestionarios, pero luego el reclamo escaló a la violencia cuando policías del hotel  impidieron el paso a representantes de Ebrard, entre ellos Malú Micher, y así el ex canciller terminó quedándose sin ojos en el conteo, en punto de las dos de la tarde, Ebrard se jugó su última carta exigió que se hiciera nuevamente la encuesta y se quedó solo nadie cerró filas y legisladores, gobernadores, y la dirigencia del partido legitimó el proceso, des oyendo los reclamos.

 

Por eso Ebrard no acudió al mensaje de la dirigencia pero su última declaración a la prensa fue un dardo envenenado dijo que él estaba definitivamente fuera del proceso que será hasta el lunes cuando tome una decisión de su futuro político y que no descarta ninguna posibilidad, pero que si o si estará en la boleta del 2024, así fue como Ebrard abrió la puerta a Movimiento Ciudadano, pero también a una candidatura independiente, aunque una cosa es clara el presidente Andrés Manuel, orgulloso como él solo, jamás le perdonará lo que hizo ayer, su afrenta tendrá un precio alto, más de veinte años de acompañamiento político ayer quedaron quebrados, Ebrard lastima y pone en duda su frágil legitimación, el triunfo de Sheinbaum al final de esta historia se impuso el capricho de Andrés Manuel , ¿López Obrador se lo perdonara?