Hasta que Miguel Ángel Osorio Chong, le hizo el favor al tricolor y renunció a la militancia del partido del que fue su principal traidor, para muchos de los priistas, así lo señalan.

 

Envuelto en un manto de dignidad, se fue quién sabe a dónde, lanzando culpas contra el actual líder nacional Alejandro Moreno, (malito) a quien por más intentos que hizo jamás lo pudo destronar, esto en complicidad de algunas, autoridades del tribunal electoral.

 

Osorio Chong, es uno de los personajes políticos más oscuros y perversos de las últimas décadas.

 

Es una mala mezcla política-genética entre Fernando Gutiérrez Barrios, y Genaro García Luna.

 

Desde sus días como gobernador de Hidalgo, fue el cerebro que resolvió un conflicto casi mortal entre dos gobernadores que disputaban entonces la candidatura del PRI en 2012: el mexiquense Enrique Peña Nieto y el veracruzano Fidel Herrera Beltrán.

 

El asesinato de guardias del mexiquense en tierras jarochas confrontó a los mandatarios, el hidalguense limpió la sangre. Peña Nieto premió la cortesía de Osorio Chong y lo hizo Secretario de Gobernación, desapareciendo la Secretaria de Seguridad Nacional, que detentaba el controvertido Genaro García Luna, todo ese inmenso poder se concentró con él.

 

Así navegó Osorio Chong, durante todo el sexenio peñista, en el que sólo dos frentes se fortalecieron: su aspiración para ser el candidato presidencial del PRI en 2018, y el creciente poderío del CJNG.

 

Confiado en la promesa de Peña Nieto, de que sería su sucesor, tejió una compleja trama de alianzas con la oposición para desacreditar el liderazgo del entonces presidente del PRI, Manlio Fabio Beltrones, su rival en la carrera presidencial tricolor.

 

En la elección de 2015, Osorio Chong le dio la espalda a una docena de candidatos priistas a gubernaturas y se alió con los candidatos opositores, a quienes les financió con recursos de origen dudoso- sus “campañas políticas”.

 

Su misión era tener a esos opositores de su lado cuando se diera lo que él ya consideraba una prometida candidatura presidencial.

 

Pero Osorio Chong, jamás contó con que sus pasos muy cuestionados en el combate al crimen organizado eran vigilados por todos los servicios de inteligencia de Estados Unidos.

 

Un abultado expediente que llegó al escritorio de Peña Nieto, semanas antes del dedazo, disuadió al presidente de entregarle la candidatura a quien durante todo su sexenio fue el todopoderoso Secretario de Gobernación.

 

Entonces fue José Antonio Meade, fue el candidato del tricolor, colérico ante el descarrilamiento de su candidatura, se dedicó a pactar con Morena, buscando el favor de un acuerdo de inmunidad si AMLO, se cruzaba en su pecho la banda presidencial, olvidándose de la “disciplina” de partido.

 

 Hoy existen una docena de expedientes de Osorio Chong, que datan de sus días como inquilino de Bucareli, sobre todo, los de su oficial mayor Frida Martínez, la poderosa amiga del Secretario de Gobernación, a quien se le acusa de desviar y desaparecer cientos de millones de pesos de la llamada caja chica para operar la lucha contra el crimen organizado.

 

Para nadie es un secreto que todos los expedientes de las investigaciones en torno a Osorio Chong, y sus allegados están congelados por el gobierno de la Morena.

 

Solo una eficiente hoja de servicios como esquirol al servicio del gobierno Morenista, en turno le impedirá que esas investigaciones lleguen a sus últimas consecuencias, en contra de él.

 

Por lo pronto, en medio de la lucha entre la Alianza Opositora vs Morena, Osorio Chong, elige renunciar al partido al que hasta hace unos meses buscaba darle un golpe de timón, con el apoyo abierto de Palacio Nacional, y hoy se presta de agua fiestas renunciando, y creando Dignidad por México, junto con otros 3 priistas tránsfugas. 

 

Prefirió boicotear el Frente Amplio, en el momento más crucial de su decisión. Las golondrinas que le acompañan en su huida del tricolor no hacen verano.

 

Si acaso la ex presidente del PRI, Claudia Ruiz Massieu Salinas, sería la única medianamente rescatable.

 

Los otros dos compañeros de vuelo hablan por sí solos, Nuvia Mayorga -su incondicional y cercana colaboradora desde Hidalgo y el tibio ex gobernador mexiquense, Eruviel Ávila, quien es integrante del bloque tricolor al que se le fue de las manos el Estado de México, que acabaron entregando a Morena.

 

Si acaso quedara la curiosidad de ver en dónde acabarán por refugiarse, sus ambiciones y su poder económico rumbo al 2024, de esta cuarteta de traidores.