¿A quién le gustaría usted como presidente interino o sustituto de Andrés Manuel, a Luisa María Alcalde, o al Senador Eduardo Ramírez o a la Canciller Alicia Bárcena? No se extrañe y mucho menos lo crea broma.

 

Estas son las tres opciones legales que hoy se tienen en el nada remoto, caso de que el inquilino de palacio nacional se enferme o sea incapaz de continuar como Presidente, a escasos 15 meses de terminar su mandato.

 

Pero ahora que conocemos los nombres de quienes entran a ocupar los asientos vacíos de Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard, sale a flote la idea del por qué se eligieron a Alcalde Ramírez, y en menor medida Bárcena.

 

Lo más coherente de las teorías indica que el Presidente López Obrador, está consciente de que en cualquier momento puede tener otro “desmallo”, pero no quiere dejar en un interinato o en una presidencia sustituta a ninguno de esos “viejos lobos”, que el creado y alimentado en la política como Adán, Monreal o Ebrard.

 

Su decisión está tomada con un buen cálculo político en el testamento no escrito, pero si adecuado con los nuevos nombramientos dispone entre líneas que, en caso de ser necesario, el presidente interino de tras del trono sería Andrés Manuel López Beltrán, mejor conocido, para sus amigos y los de Morena, como “Andy”.

 

No sería una designación directa el inquilino de palacio nacional, sabe que el nepotismo es muy penado en nuestro México, Así que “Andy” seria el presidente interino o sustituto de facto sin designación, pero con todo el poder porque los posibles son gente cercana a su grupo político, y si están hay es porque él los ha llevado a esos lugares políticos.

 

Solo así podemos entender por qué el presidente decidió adelantar el proceso de elegir al coordinador nacional de la 4T y sacar vía renuncia a sus corcho-latas preferidas, y con esto decidido a colocar en Gobernación y en la mayoría de morena en el Senado, las dos posiciones que llevan mano en caso de un relevo emergente a dos jóvenes de la generación de finales de los años ochenta, las que como su hijo “Andy” hoy tienen alrededor de los 35 años.

Al margen de sus capacidades que las deben tener, esa generación de los 30 y más tiene mucho camino por recorrer, por más que el presidente presuma un relevo generacional, esa fruta todavía está verdosa, no madura para las altas responsabilidades de gobierno, que se les están asignando y que incluyen la eventual y no tan remota posibilidad de sentarse, aunque sea por unos meses en la silla presidencial, para algunos muy desea. 

 

Luisa María, comenzó a hacer méritos en las marchas para protestar el desafuero de López Obrador, a finales del sexenio Vicente Fox, y en el 2006 también se sumó a los contingentes para denunciar el fraude de “haiga sido como haiga sido”, le dio el triunfo al panista a Felipe Calderón.

 

Su activismo le valió en 2011, ser designada coordinadora nacional de “morena-jóvenes” estudiantes para saltar de ahí en 2012, a una diputación federal donde ocupó la secretaría de la comisión de trabajo y previsión social, sus méritos eran ser la hija de Arturo Alcalde Justiniano, un líder sindicalista de filiación dura, para quienes lo conocen.

 

Su trabajo en la cámara de diputados la llevo en 2018, como Secretaria del Trabajo, donde después de un accidentado arranque por las huelgas locas en Matamoros acabo desempeñando un papel adecuado y no hay queda instalada en la vicepresidencia de México, la Secretaría de Gobernación.

 

Para nadie es un secreto que “Andy” y Luisa María, tienen una gran y fuerte amistad desde su adolescencia tanta que el nuevo Secretario del Trabajo Mara Bolaños López, también es miembro del grupo compacto López Beltrán, y integrante de la generación de los 35 años.

 

El otro personaje con posibilidades de ser presidente interino o sustituto seria Eduardo Ramírez, el nuevo líder de Morena en el Senado que tomo el asiento de líder que dejo Ricardo Monreal Ávila.

 

De Alicia Bárcena, poco hay que decir más allá de su impecable trayectoria como activista medio ambiental y diplomática global alcanzó por méritos propios a ser la jefa del gabinete del Secretario General de las Naciones Unidas con Van Ki Moon, es una mujer cercana a los afectos, de todos de la familia presidencial.

Por eso es importante el revisar con detalle quienes llegan a las posiciones de relevo sobre todo en Gobernación, y en el Senado, porque se fueron los que sabían de política y llegaron los aprendices de política, los que militan en Morena, el partido de “Andy” López Beltrán.

 

La jugada doble del Presidente López Obrador, le da tranquilidad saber que, en una ausencia súbita, quien sería su sustituto o sustituta en la silla del águila; y por otro lado ve y pastorea el procesó de sus corcho-latas, para elegir quien será el coordinador nacional de la cuarta transformación de su partido movimiento Morena.