El presidente Andrés Manuel, enfureció cuando en una presunta acción de provocación política se pretendió involucrar a él en el juicio contra Genaro García Luna.

 

No le cayó nada bien al inquilino de Palacio Nacional que se le cuestionara al testigo Reynaldo Zambada, mejor conocido como “Rey Zambada”, si ratificaba su declaración de año 2013, de que el Cártel de Sinaloa entregó a una gente cercana a López Obrador, un soborno de 7 millones de dólares para promover una campaña política.

 

Lo que sin duda el jurista César de Castro, buscaba era mediatizar el perfil político del caso García Luna, intentando involucrar al ahora presidente de México en una declaración de sobornos.

 

Tan iracundo estaba en la mañana del jueves el mandatario que amenazó con demandar por difamación al defensor de García Luna.

 

Pero el presidente erró su estrategia, el nombre de Andrés Manuel, salió a mención cuando fue mencionado otro nombre: Gabriel Regino García, un célebre jefe policiaco al que el hermano de el “Mayo Zambada”, insiste en que le entregaban al igual que a García Luna sobornos para proteger los intereses de el “Chapo” Guzmán, en los sexenios de Vicente Fox y de Felipe Calderón.

 

En esos momentos, Gabriel Regino, era Subsecretario de Seguridad en el gobierno del Distrito Federal, en los días en que Marcelo Ebrard, el ahora Canciller, era Secretario de Seguridad en el gobierno capitalino que presidía como jefe de gobierno de Andrés Manuel.

 

Gabriel Regino, era considerado parte del llamado cuarteto policiaco que dominaba la escena policiaca azul y que estaba integrado por García Luna, Luis Cárdenas Palomino, Ramón Pequeño y Gabriel Regino.

 

Ellos controlaban lo mismo el nivel federal, que lo local en la ciudad de México.

 

Gabriel Regino aspiraba a ser Secretario de Seguridad Pública del DF, de hecho pidió ser para ocupar la posición cuando Marcelo Ebrard, fue destituido por el presidente Vicente Fox tras la violencia desatada en noviembre del 2003, en Tláhuac.

 

La posición de Secretario de Seguridad Pública, fue entregada entonces a Joel Ortega.

 

Uno de los casos más emblemáticos de Regino, fue el de la detención, en 2005, de un agente israelí de nombre Benjamín Yeshurun, quien participaba en una red de cobros y extorsiones, y que fue acusado de un asesinato en la plaza comercial Artz.

 

Cuando se le capturó, se supo que Yeshurun, buscó sobornar a Gabriel Regino, con un millón de dólares en efectivo, un caso que se volvió escándalo entre la comunidad judía de la capital.

 

Pero el caso que le costó su influyente posición a Gabriel Regino, fue cuando se le descubrieron cuentas bancarias a su nombre, en donde recibía presuntamente sobornos millonarios de un cártel colombiano, cuyas operaciones presumiblemente protegía.

 

Fue cesado de su cargo, pero volvió a ser influyente abogado e investigador, aunque sin cargo, en el gobierno capitalino gracias al compadrazgo que el jefe policiaco afianzó con el que fuera fiscal capitalino, Miguel Ángel Mancera.

 

Regino y Mancera, no solo fueron socios entre 2001 y 2003 del despacho de Abogados Consultores, sino que Regino fue quien le dio a Mancera, entrada bajo su mando en la Secretaría de Seguridad Pública, en el gobierno de Marcel Ebrard.

 

De ahí que todas las vinculaciones del citado Gabriel Regino, en el juicio de Genaro García Luna, tienen más relación con Ebrard y con Mancera que con Andrés Manuel.

 

Todos ellos, operadores dentro de los gobiernos de Marcelo Ebrard y de Miguel Ángel Mancera.

Conocidos los hechos, el presidente Andrés Manuel, nunca debió ponerse iracundo. Si los distintos sobornos que denunció “Rey Zambada" en la Corte de Nueva York fueron ciertos, entonces apuntan en otra dirección y con otro personaje importante de la 4T, y hoy aspirante a la candidatura de Morena, a la presidencia de la república.