El próximo sábado 31 de diciembre, el ministro Arturo Zaldívar, terminará como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

 

Desde que el 2 de enero del 2019, cuando asumió la más alta posición judicial de la Nación, aguantar con los desplantes políticos de un presidente como AMLO, quien eternamente busca influir con su discurso y en los hechos las decisiones de la Corte.

 

Al final de su encargo, el balance del Ministro Presidente Zaldívar es bueno, decoroso, sobre todo, en los momentos que se le motivo en modificar la Ley para prolongar su periodo y después de una fuerte confrontación con el inquilino de Palacio Nacional, el rechazo de lo que para otros habría sido una tentadora oferta.

 

Por supuesto que la marea sucesoria en la Corte, tiene que subir de nivel en los próximos días, está despertando todo tipo de candidaturas y conjeturas para su relevo.

 

Pero, sin duda, la propuesta que parece estar tomando fuerza es la de promover, por primera vez, a una mujer para presidir el máximo tribunal judicial de la Nación.

 

Son once ministros integrantes de la Corte, cuatro son mujeres. Por antigüedad en su designación, Norma Lucía Piña (diciembre 2015), Yasmín Esquivel Mossa (marzo 2019), Margarita Ríos Farjart (diciembre 2019) y Loretta Ortiz Ahlf (diciembre 2021).

 

De las cuatro, el currículum judicial más amplio lo tiene Yasmín Esquivel, con 35 años como servidora pública y 22 dedicados al poder judicial, en posiciones que van desde su trayectoria en el Tribunal Superior Agrario hasta Magistrada de la Sala Superior de lo Contencioso Administrativo.

 

Es hoy la Presidenta de la Segunda Sala de la Corte y cuenta con amplias simpatías del presidente AMLO.

 

Norma Lucía Piña Hernández es la otra ministra con extenso currículum judicial desde 1988. Jueza en Morelia y en el Distrito Federal, fue el relevo de la ministra Olga Sánchez Cordero cuando dejó la Corte para ir a un asiento en el Senado y, posteriormente, a ocupar la Secretaría de Gobernación.

 

Margarita Ríos Farjat, aunque transitó entre 1996 y 1999 por el Juzgado Tercero de Distrito del Cuarto Circuito, dedicó la mayor parte de su trayectoria al servicio legal privado y a la academia.

 

Fue invitada en 2018 a ocupar la jefatura del SAT, posición que dejó para irse a la Suprema Corte donde ocupó la Presidencia de la Primera Sala. Es la ministra que tiene más fuertes diferencias con el presidente López Obrador.

 

Loretta Ortiz, es quizá, la de menor trayectoria judicial, pero con amplia experiencia académica. Su desempeño destaca en el área diplomática. Su designación como ministra de la Corte, en diciembre de 2012, se vio cuestionada por su abierta trayectoria política, primero como diputada federal por el Partido del Trabajo y luego por su abierta militancia en Morena. Se le identificó como una carta abierta del presidente López Obrador.

 

Por lo antes comentado en estas breves líneas, las posibilidades de que se promueva a una ministra para el relevo de Arturo Zaldívar, son altas y pueden seguir creciendo.