Entre más días pasan más pruebas van apareciendo sobre los manejos de efectivos facturas falsas y Obras soportadas sólo en el papel, pero no en vivo y a todo color, dirían los clásicos de lo sucedido en el gobierno morenovallista.
Los responsables de buscar culpables ya tienen montos que superan los 4 mil millones de pesos en una ligera pasada por los documentos revisados 3 mil de ellos corresponden al área de finanzas en tiempos del hoy senador sucesor de Rafael.
Otros 800 billones de pesos están del lado de la construcción y reconstrucción de espacios educativos donde la figura del ex director, protegido del difunto Maldonado Venegas y hoy magistrado se muestra endeble. No en balde, la advertencia de un grupo de abogados en convivencia con Miguel Barbosa luego de escuchar las quejas del foro poblano el candidato recalcó sus dudas sobre cómo abogado sin carrera del poder judicial y en el litigio poblano podían de la noche a la mañana convertirse magistrados y ocupar altos cargos.
Las investigaciones también contemplan el rubro de la seguridad pública y ahí va envuelto el tema de los paquetes de espionaje. Respecto de las facturas falsas la investigación venía haciéndose desde el SAT hace algunos años, se hizo una revisión minuciosa de las obras derivadas de los impuestos federales. Las empresas responsables y las subcontratadas. De cada 10 domicilios visitados, 8 tenían inconsistencias o no eran verificables o los habitantes no respondían a la información facilitada.
Uno de los invesigadores del tema usa esta frase para definir lo que sucede "Todo lo que se hace en efectivo pierde prueba. Por tanto, las investigaciones van por dos caminos: verificar los llamados entregables de cada obra y el destino del efectivo".
A las investigaciones se han sumado empresarios que fueron presas, de la facturación falsa y otros que fueron presionados para entregar al menos un millón de pesos en efectivo para reservar un espacio en la lista de invitados a la licitación. Varias obras aparecen en la lista de las principales investigaciones desde la llamada estrella, hasta el tren de Cholula a Puebla, de segunda mano.
Y por supuesto, la emblemática obra del museo Internacional del Barroco, dirigida desde una oficina privada donde se ordenan los encargados del dinero, sé encargaban de liberar los presupuestos.
En fin, cosas hay por verse e ídolos de barro por caerse, o por lo menos, así parece.
