Es de total conocimiento público que los tiempos actuales demandan pensamientos flexibles a distintos temas como los son la igualdad de género, la libertad de decisión de género, el consumo de sustancias adormecedoras, entre otros. Sin embargo, también es cierto que por lo menos en nuestra sociedad mexicana sigue instaurada la iglesia católica como institución rectora de los pensamientos de muchas familias e individuos en general, de tal modo que para que la sociedad mexicana logre flexibilidad en sus posturas a las nuevas tendencias culturales e ideológicas, necesita la iglesia ayudar, siendo esto algo posible, puesto que la institución Cristo-Romana  comienza a tener tintes de querer evolucionar, por ejemplo en una entrevista reciente que le hizo el diario argentino Periodismo Puro el papa Francisco comentó: “todos son hijos de Dios solo aparta los soberbios” respondiendo sobre los homosexuales y su relación con la iglesia, comentando además “Dios siempre quiere estar con su gente y no que se le vayan” de tal modo que el catolicismo comienza aceptar que su futuro está en la inclusión no en la exclusión provocando que tarde o temprano sus feligreses tengan que adoptar las mismas ideologías liberales.

 

Son los tiempos y sus nuevas generaciones quienes demandan nuevas alternativas a lo ya establecido, incluso el mismo pontífice lo reconoce en la entrevista antes señalada: “El problema no es la tradición, es el indietrismo, ir hacia tras y quedarse como en el siglo pasado o como veinte años atrás” de tal manera que se confirma la teoría con respecto a que la religión católica como contenedor de grandes masas de personas necesita cambiar para que sus idolatras sigan el mismo paso evolutivo.