La Comisión Nacional de los Derechos Humanos reprueba enérgicamente el linchamiento de siete personas en Cohuecan, Puebla, y reitera que las conductas delictivas se deben juzgar bajo los procedimientos de nuestro Estado de derecho, porque la justicia por propia mano no es justicia, sino barbarie Este Organismo Nacional demanda justicia para las familias de las víctimas, castigo para los responsables de las muertes y que se deslinden responsabilidades en que pudieran haber incurrido las diferentes autoridades que no consiguieron evitar las ejecuciones La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) deplora los acontecimientos ocurridos ayer en el estado de Puebla, donde siete personas fueron privadas de la vida por pobladores de Cohuecan y Tepexco, Puebla, acusados de secuestrar a un vecino de la comunidad, y reitera que las conductas delictivas se deben juzgar bajo los procedimientos de nuestro Estado de Derecho, porque la justicia por propia mano no es justicia.

El Organismo Nacional rechaza tales actos, demanda justicia para las familias de las víctimas, mediante una investigación seria y profesional que permita dar con los responsables de las ejecuciones, para que sean castigados de acuerdo con la ley y no se permita la impunidad. Además, exige se deslinden las responsabilidades en que pudieran haber incurrido las diferentes autoridades que presenciaron estos hechos y no consiguieron evitar que se privara de la vida a las personas.

Para la CNDH el fenómeno del linchamiento o de la justicia por propia mano y la frecuencia con que se ha presentado en entidades como Puebla, muestra la fragilidad del Estado de Derecho, que establece los procedimientos e instancias para el acto de juzgar las conductas delictivas de las personas.

De acuerdo con el Informe Especial sobre la Problemática de los Linchamientos en el Territorio Nacional elaborado por la CNDH y el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, los linchamientos en nuestro país muestran desde 2015 un incremento; en 2016 el aumento respecto a 2015 fue del 37%, al pasar de 43 a 59 casos, mientras que 2018 presentó un claro repunte, con aumento de 190% respecto a 2017, al pasar de 60 a 174 casos.