Buenos días tengan todas y todos ustedes.

 

Es un gusto saludar al señor Director General del INFONAVIT, a don David Penchyna, y esta es la ocasión propicia para extenderle un reconocimiento no dubitativo, por el enorme esfuerzo, talento y desarrollo que ha tenido en la conducción de esta muy importante Institución del Estado mexicano en los últimos años.

 

Los logros, resultados, beneficios palpables para los sectores que aquí se conjugan, que son los más importantes de México en términos de su desarrollo económico, creo que están a la vista de todos, creo que se han podido explicitar con claridad.

 

Creo que aún el ojo crítico más agudo, tendría que reconocerlos con mucha claridad y con mucha contundencia. Mil felicidades, señor Director.

 

Es un gusto saludar a don Carlos Aceves del Olmo, Secretario General de la Confederación de Trabajadores de México, y presidente del Congreso del Trabajo, un gran líder y un gran amigo, que hemos caminado juntos muchos años ya en este devenir del mundo del trabajo y desarrollo del país.

 

A don Gustavo de Hoyos Walther, presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana. Un saludo afectuoso, muchas gracias por sus palabras, vamos juntos en este camino de mejorar las condiciones sustantivas del ingreso y del poder adquisitivo de los trabajadores, la palabra se empeñó y vamos en esa misma ruta en beneficio de todos.

 

Maestra Rosario Robles Berlanga, Secretaria de SEDATU, cabeza de este importante sector, y promotora incansable, luchadora incansable de buscar el desarrollo del país, particularmente de las clases menores favorecidas en México. Muchas gracias por podernos ver aquí el día de hoy.

Maestra Arely Gómez González, Secretaria de la Función Pública, cuya difícil tarea consiste en llevar a buen puerto buenas cuentas, con transparencia, con talento, con sensibilidad, y sobre todo, con una enorme energía que no se debe de ver, pero se debe de sentir al entregar las cuentas en el país. Muchas gracias por estar aquí presente.

 

Lo mismo a mi compañero Rafael Pacchiano Alamán, Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Se le cumplió dentro de los 50 dictámenes que el día de ayer tuvo oportunidad el Congreso de discutir, uno muy importante, que se luchó durante mucho tiempo, sobre medio ambiente, biodiversidad y regulación, ahí está para bien de todos los mexicanos, y sobre todo de nuestro hábitat.

 

Maestro Sebastián Fernández Cortina, director general sectorial empresarial del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores.

 

Compañeros de Gabinete ampliado que nos hemos dado cita aquí el día de hoy.

 

Al compañero director del IMSS, de CONAGUA, de ISSSTE, de PROFECO, de BANOBRAS, de CFE que estuvo aquí presente, y agenda le hizo salir; de CONSAR y Comisión Nacional de Vivienda.

 

A todos ustedes compañeros asambleístas, compañeros trabajadores de este Instituto, miembros de los factores de la producción que nos damos cita, es un propicio momento en la última Asamblea de esta Institución, el poder enviarles a todos y cada uno de ustedes, un saludo muy respetuoso, cálido, con mucho reconocimiento del Presidente de México, por el esfuerzo que todos los días realizan en favor de este sector de la vivienda.

 

Y es una ocasión especial para hacer algunas reflexiones, no muy largas, pero sí muy valiosas.

 

 

En el ánimo, para evitar y dejar claro que no estamos invadiendo los temas de veda electoral en los que en este momento nos desenvolvemos, en el ánimo de rendición de cuentas, de transparencia, y mi calidad como asambleísta de esta Institución, cuyos derechos permiten externar con mucha más puntualidad opiniones sobre lo que ha sido esta Institución en este devenir de estos años.

 

Muchos cambios se dieron en México en cinco años, que implican un profundo cambio de perfil del país, del rostro mexicano del Siglo XXI, muchos cambios positivos se dieron.

 

En mayor o en menor medida, en mayor o menor profundidad, con mayor o con menor complejidad en su implementación y ajustes que se tenían que hacer en el camino.

 

De lo que no hay duda, es que se emprendió un camino de transformación positiva del país.

 

Y que se tuvo la posibilidad en la opción política de buscar o la confrontación, siempre redituable en el corto plazo en el ámbito político, o la construcción difícil de acuerdos, serios y profundos acuerdos de transformación.

 

Ahí se generó y se gestó un pacto, que se conoció como Pacto por México.

 

Su valor estriba en estas 13 reformas constitucionales y más de 200 reformas reglamentarias, pero en algo más importante, fue la primera ocasión en que los mexicanos en más de 200 años de vida independiente, tuvimos la ocasión de encontrar un pacto, este país y este pueblo es muy sabio, en el momento en que hay un problema externo y se percibe con claridad el problema externo o una amenaza interna, nos unimos siempre, con una enorme fortaleza que se envidia en el mundo, sin necesidad de hablarnos mucho, empezamos a actuar.

 

Siempre nos habíamos unido para enfrentar crisis externas, amenazas externas. Aún en aquellos momentos que parecía posible que nos quitaran otro pedazo de territorio a inicios del Siglo XX, en plena Revolución, los diferentes bandos que se estaban en ese momento en disputa por posiciones políticas en la Revolución, cuando sintieron a un invasor en Veracruz, se juntaron todos y lo expulsaron. En eso somos muy sabios.

 

Este pacto que se hizo hace cinco años tuvo la bondad de ser un arreglo entre todos, no para enfrentar una crisis, sino para planear un futuro de 15, de 20 años, y el valor por lo tanto, es muy superior.

 

Dentro de este marco de reformas, no sin costos, una destaca, que tiene que ver con esta casa, que fue la reforma laboral, desde luego hay otras muchas, la reforma financiera, hay muchas otras que impactan transversalmente en el ámbito de competencia de esta casa, pero la reforma laboral tomó una enorme apuesta, que los factores de la producción aquí presentes, que ustedes asumieron, algunos desde el ámbito legislativo, don Carlos Aceves además legislador y presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, que fue cómo le quitamos los embudos que frenan el trabajo decente en México.

 

Qué tenemos que quitar que flexibilice la contratación individual de los mexicanos que tengan derecho a un trabajo digno, porque era un gran riesgo, porque en la medida en que le quitas requisitos a algo, se abre la amenaza de cometer abusos sobre una población vulnerable, que de por sí está buscando un empleo, no va en condiciones fáciles.

 

El riesgo se tomó, se tomaron medidas que trataron de atemperar ese riesgo.

 

El resultado hoy lo estamos viviendo positivamente en el país, tres y medio millones de empleos formales que equivalen a la mayor cifra de empleo formal que ha tenido el país en su historia; que equivale a que si esos tres y medio millones de empleos fueran crecimiento económico, el país estaría creciendo a tasas de 4.5 por ciento, que es lo que necesitaría para ir abatiendo su bono demográfico de recibir a los jóvenes en el mercado laboral, que por pura edad ingresan cada año, 800 mil por año, un millón a principios de la próxima década.

 

3.5 millones de empleos que no fue precario el empleo, las cifras aquí lo demuestran, fue un empleo que permitió ingresar en el mercado laboral a un gran número de mexicanos que tengan efectivamente acceso y derecho a un crédito, a ser sujetos de crédito, a ser sujetos de una serie de beneficios que te da el mundo formal del trabajo; 42 por ciento de esos tres millones y medio de empleos, son de mujeres, lo cual rompió con mucho la brecha de género que se tenía históricamente en el país, y que falta muchísimo por hacer.

 

Un tercio son para jóvenes menores de 29 años, lo que significa que ese bono demográfico está teniendo capacidad de entrar en un mundo complejo laboral.

 

Y un dato más importante, la mitad de esos empleos, son para personas que tienen arriba de 40 años, en un mundo en el que las tecnologías de la información y la cuarta revolución industrial desplazan una generación completita, porque cambia muy rápido lo que necesita el mercado laboral, se automatiza y desplaza toda una generación, que no es la de jóvenes necesariamente, porque vienen un chip distinto, los millennias.

 

Eso le da estabilidad a nuestro mercado laboral, una enorme fortaleza a nuestro mercado laboral, y no es de un salario mínimo.

 

El 78 por ciento de esos tres millones y medio de empleos se ubican entre la tasa media de cotización al Instituto Mexicano del Seguro Social.

 

El Seguro Social ya no ha tenido que hacer uso de sus reservas para enfrentar, generar nuevos programas como el PREVENIMSS, ampliar su cobertura, ampliar su calidad en el servicio, y desde luego, aquí también se refleja en la mayor capacidad para poder ser sujetos de crédito y que la Institución, aquí es donde empieza a ponerse a prueba, responda ante esta nueva necesidad y ante este nuevo reto y desafío.

Y esta Institución respondió y respondió muy bien, tuvo talento para encontrar nuevos mecanismos de acceso al crédito de vivienda.

 

Tuvo talento para que luchas que tardaron 12, 14 o 16 años, lo sabe bien don Carlos Aceves, se concretaran en actos de justicia para ampliar la capacidad de absorción de personas con beneficios en esta Institución.

 

Tuvo capacidad para que financieramente, en nuevo entorno de regulación financiera pudiera bajar la tasa de interés, pudiera tener dividendo, y por lo tanto, pudiera ampliar su cobertura.

 

Tuvo gran valentía, ahí la SEDATU para cambiar las reglas de otorgamiento de beneficios crediticios del Estado mexicano a desarrolladores inmobiliarios, que por una razón o por otra, no la juzgo, así era la ley, lo que generaba era colonias fantasmas, en lugares alejados del centro de trabajo, que después tenían que abandonar los trabajadores, me dirán si no, y que se convertían a la larga o a la corta, en un gran problema para poder enfrentar un desafío de dónde tener el desarrollo regional, municipal, estatal o metropolitano.

 

Esto que estamos aquí hoy viniendo a constatar, es un gran círculo virtuoso de cosas que funcionaron y siguen funcionando muy bien para el país, y que hacen finalmente más grandes nuestras instituciones, que eso es lo que distingue al México posrevolucionario.

 

Dejar del lado el caudillaje que representaba algo en el país, importante, el valor de una idea, para pasar a la institucionalidad de fortalecer con el esfuerzo de todos en beneficio de un marco legal.

 

El INFONAVIT hoy es mucho más fuerte, pero mucho más fuerte que hace cinco años; 7 de cada 10 viviendas que existen y que se construyen en México, tienen crédito INFONAVIT.

 

Uno de cada 3 créditos que en 46 años de historia se dio en esta Institución, salió en estos últimos cinco años.

 

Cuando todos nos ponemos de acuerdo en lo que nos une, y dejamos un poco de lado las diferencias que son importantes pero se pueden quedar para otro momento, nos volvemos muy fuertes.

 

Ese es el espíritu de tener un país que se constituye como una federación y una República: une los esfuerzos, no los ordenes desde una pirámide.

 

Eso es lo que aquí hoy constatamos, y de lo cual estando en esta última Asamblea de esta administración, me hace sentir profundamente honrado de haber podido compartir estos momentos con ustedes.

 

Que todos tengan un muy buen día.