México Ciudad de México.  El Día de la madre es una de las fechas más importantes en México y todo el mundo, dedicada a la mujer más importante de nuestras vidas. Sin embargo, esta ocasión puede resultar especialmente dura para aquellas mujeres que desean tener un bebé y no lo logran.

 

En el marco de este día, a mi consultorio llegan parejas y mujeres con una mezcla de sentimientos encontrados que van desde la soledad y tristeza, hasta la alegría y la esperanza desbordada.

 

Cada uno de estos casos debe entenderse y tratarse de manera particular, tomando en cuenta que cada pareja y cada persona son distintas y por esta misma razón, sus necesidades y el eventual abordaje clínico, deben ser diferenciados.

 

Recuerdo bien a una pareja que llegó al consultorio los llamaremos María y Juan Luis para fines prácticos. María encontró al amor de su vida a los 35 años; un año después se casaron y seis meses después de la boda decidieron que era momento de completar su familia con un bebé. María estaba por cumplir 37 cuando llegaron a mi consultorio por recomendación de su ginecólogo.

 

Resaltar la edad de María no es casualidad. Recordemos que la etapa más fértil de una mujer es a sus 25 años, ya que el porcentaje de éxito de lograr un embarazo es del 25%, es decir, de cada cuatro intentos, solo uno tendrá éxito. Este porcentaje disminuye conforme la edad aumenta: a mayor edad, menos probabilidades de lograrlo. En el caso de María y Juan Luis, su probabilidad de quedar embarazados era de, aproximadamente, tres por ciento.

 

Entre los tres pusimos manos a la obra para cumplir su sueño de ser padres. A lo largo de un año de tratamiento, realizamos tres inseminaciones; al final de estos intentos logramos tener un resultado positivo; María y Juan Luis estaban embarazados. Hoy, María cursa ya su séptimo mes de embarazo.

 

Lo que quiero destacar con la historia de María y Juan Luis es algo que le recuerdo siempre a mis pacientes, el camino probablemente no sea sencillo, sin duda tendremos altibajos y tendremos que luchar contra muchos factores, en algunos casos durante meses e incluso años; lo que realmente importa, lo que jamás deben olvidar, es la razón por la cual llegaron al consultorio: tener en brazos a su bebé.