“El pueblo de México deberá decidir si “seguir por el camino de la transformación o regresar al pasado, no hay otra opción”, dice la ex jefa de Gobierno al recibir la constancia oficial para buscar ser la primera mujer presidenta de México.

 

CIUDAD DE MÉXICO (proceso.con.mx).- Claudia Sheinbaum Pardo dejó de ser coordinadora nacional de los comités de defensa de la Cuarta Transformación y se convirtió en precandidata presidencial única de la coalición “Seguiremos haciendo historia”, formada por Morena, PT y PVEM.

 

“¡Vamos a ganar el 2024! ¡Vamos por la Presidencia de la República! ¡Vamos por las ocho gubernaturas y la jefatura de gobierno de la Ciudad de México! ¡Vamos por la mayoría calificada en el Senado! ¡Vamos por la mayoría calificada en la Cámara de Diputados! ¡Vamos por las presidencias municipales! Hicimos historia, estamos haciendo historia y vamos a seguir haciendo historia”, dijo la exjefa de gobierno de la Ciudad de México en el World Trade Center.

 

Arropada por los 23 gobernadores de Morena, sus ochos virtuales candidatos estatales y a la Jefatura de Gobierno, así como por los presidentes nacionales de Morena, Mario Delgado; del Partido del Trabajo, Alberto Anaya; y del Verde Ecologista, Karen Castrejón, la morenista recibió la constancia oficial para buscar ser la primera mujer presidenta de México en las elecciones del 2 de junio del 2024.

 

Ante los gritos de “¡pre-si-den-ta, pre-si-den-ta!” y visiblemente contenta, Sheinbaum Pardo -que cambió la “cola de caballo” que la caracterizó en sus giras y optó por un chongo más discreto- ofreció a los cientos de asistentes:

 

“Asumo la precandidatura a la Presidencia de la República con orgullo y compromiso; con humildad, pero con la plena responsabilidad de continuar el rumbo trazado por el pueblo, sin zigzagueos, el de la transformación que ha iniciado el presidente Andrés Manuel López Obrador”.

 

En medio de aplausos, pero con un discurso plano, sin novedades, prometió: “que voy a estar a la altura de las circunstancias, que vamos a caminar juntas y juntos en unidad y que jamás traicionaré el anhelo de seguir construyendo un México aún más justo, fraterno, soberano, libre y democrático”.

 

El discurso de la morenista y, en general, todo el acto político dedicado “a la militancia” de Morena y realizado “con dinero de Morena”, según el maestro de ceremonias, se dio bajo la sombra del presidente López Obrador, quien fue mencionado por todos los oradores y por la misma precandidata quien, rebasada por las porras, también alentó a la conocida frase en apoyo al tabasqueño: “¡Es un honor, estar con Obrador!”.

 

Como lo ha hecho en las dos giras que lleva por todo el país desde que dejó de ser jefa de gobierno de la CDMX -el pasado 16 de junio- Sheinbaum Pardo destacó los programas sociales creados en su administración local y en el gobierno federal y reconoció: “Sí falta mucho por hacer, pero compañeras, compañeros, pueblo de México, se ha hecho muchísimo y sobre todo se consolida ese cambio verdadero tan anhelado por el pueblo de México que crea justicia, democracia, derechos y libertades”.

 

 “¡No los vamos a dejar regresar!”

Al hablar de la oposición, sin mencionar nombres ni partidos, Claudia Sheinbaum recordó que el próximo año, el pueblo de México deberá decidir si “seguir por el camino de la transformación o regresar al pasado. No hay otra opción”. 

 

Recordó que los adversarios hablan de la reconciliación, pero aclaró:  “los mexicanos estamos unidos, lo que no queremos es reconciliarnos con la corrupción, con el conflicto de interés, con la guerra, con la represión y el autoritarismo, o con el pasado de privilegios”.

 

Y siguió: “los adversarios, la derecha, los conservadores no creen en la unidad ni en la reconciliación que tanto proclaman. Ellas y ellos creen en volver al pasado del neoliberalismo que dejamos atrás, de la triquiñuela de la corrupción, del fraude, del cartel inmobiliario, del odio discriminatorio”.

 

En cambio, dijo que a los de la 4T los distingue que “sencillamente somos humanistas que amamos nuestra patria y tenemos un profundo amor al pueblo de México”.

 

 “Sin rupturas”

Ante la notable ausencia del excanciller Marcelo Ebrard, quien denunció irregularidades en el camino hacia las encuestas que ganó Sheinbaum, el líder nacional de Morena, Mario Delgado, destacó que el partido terminó su proceso interno de elección de coordinadores “sin rupturas” ni “dedazos”.

 

Dijo: “En Morena se terminaron los dedazos, los pactos en lo oscurito y las campañas frívolas que existieron en otras fuerzas políticas en el pasado. Acabamos de terminar el proceso de selección de las nueve entidades que van a elección, y compañeras y compañeros, seguimos sin rupturas. No hay atajos o simulaciones posibles”.

 

Dijo que este domingo “se refrendó una de las coaliciones más ganadoras de la historia”, que será registrada esta tarde ante el Instituto Nacional Electoral (INE).

 

“Los de enfrente tienen una alianza muy gelatinosa basada en intereses, en negocios, en lo oscurito, en mafias inmobiliarias, los une la añoranza de la corrupción y los privilegios. Esta es una alianza humanista, ellos son clasistas, esta es una alianza obradorista, ellos son racistas”.

 

Con dificultad para pronunciar el apellido de la precandidata, el presidente nacional del PT, Alberto Anaya, aseguró que Sheinbaum es la persona que tiene “totalmente garantizada la continuidad y la consolidación” de la 4T que encabeza López Obrador y “¡que lo escuchen las fuerzas conservadoras!”.

 

Karen Castrejón, presidenta nacional del PVEM, destacó el perfil de “mujer activista, profesionista y aliada de la protección del medio ambiente” de la precandidata y dijo que será la primera presidenta que emanará del movimiento.

 

Sheinbaum terminó el evento echando “vivas” a la 4T, al López Obrador y a México. Y se rompieron las filas. Muchos se levantaron de sus sillas y comenzaron a tomarse fotos.

 

De pronto, la morenista regresó al micrófono para reconocer que “se le olvidó” agradecer la presencia del gobernador Alfonso Durazo, presidente del Consejo Nacional de Morena y, de paso, “enviar un abrazo a los hermanos de Guerrero”.

 

Esas fueron las únicas palabras para los miles de damnificados que el pasado 25 de octubre fueron azotados por el huracán “Otis”, categoría 5, que dejó 46 personas fallecidas, así como destrucción y pérdidas económicas millonarias para sus habitantes y empresarios. Luego, la morenista siguió recibiendo abrazos y felicitaciones.