Algunas suman más de 40 años de visitarla en su día.

 

Como un acto de fe, cientos de familias poblanas arribaron al Santuario de la Virgen de Guadalupe para celebrar su fiesta patronal. Imágenes, rosarios, veladoras y flores fueron algunos de los presentes que los devotos llevaron consigo en esta celebración.

 

La mayoría de los fieles decidieron esperar algunas horas al interior del Santuario para ser de los primeros en la fila y escuchar de cerca Las Mañanitas, canción que fue dedicada a la Virgen cerca de la medianoche.

 

“Ni la pandemia (de covid-19) evitó que durante 40 años seguidos viniera a ver a mi morenita, ella nos ha cuidado a mi y a toda mi familia y por eso seguiré viniendo aquí cada año hasta que me preste vida”, expresó Evangelina Espíndola, quien junto a sus hijos, fue una de las personas que se dio cita en este lugar.

 

Al igual que para muchos devotos de esta Virgen, la fe y el agradecimiento por los milagros que ella les concedió a lo largo de año, fueron motivo suficiente para asistir nuevamente a esta celebración, que forma parte de una de las festividades religiosas más grandes del país.

 

Desde las 21:00 horas el recinto ubicado en la capital poblana, también conocido como La Villita, ofreció una misa para pedir por la salud. A esta ceremonia llegaron pocos fieles, pues la mayoría esperó la misa de gallo, que se celebró pasada la medianoche.

 

Desvelarse no fue un problema ni mucho menos una barrera para que asistiera una gran cantidad de personas a esta iglesia. Contrario al año anterior, esta vez no hubo ningún tipo de restricción para ingresar al recinto, ni vallas, ni un control en el aforo.

 

Lo anterior permitió que, con mayor libertad, los fieles pudieran ingresar junto con sus familias a este lugar. Personas de todas las edades, portando objetos que deseaban fueran bendecidos, se alistaron minutos antes de la celebración.

 

Al exterior de la iglesia varios comerciantes de productos religiosos y de flores ofertaban sus productos. Asimismo, durante la verbena que se colocó a lo largo de la calle 13 Sur, diversos juegos mecánicos y puestos de antojitos poblanos deleitaron el paladar de los asistentes.