Los dos principales aspirantes a gobernador de Puebla por el partido Morena, el senador Alejandro Armenta Mier y el diputado federal Ignacio Mier Velazco, encabezan una confrontación mediática que ha escalado a la interposición de denuncias penales, situación que se ha visto aderezada por los nexos familiares y políticos que comparten.
Ambos son primos originarios del interior del estado, Armenta de Izúcar de Matamoros, Mier de Tecamachalco, y comparten trayectorias similares, puesto que construyeron los cimientos de su carrera política en el PRI, partido que presidieron a nivel estatal en sus peores derrotas electorales.
A Ignacio Mier le tocó encabezar al Revolucionario Institucional cuando éste perdió por primera vez la alcaldía de la ciudad de Puebla en la elección de 1995. La derrota para Alejandro Armenta llegó en 2010, 14 años después del descalabro en la capital del estado, ya que el tricolor no logró retener la gubernatura ni la mayoría en el Congreso local y desde entonces no ha sido capaz de recuperar ni una ni otra.
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¿En quiénes radica la fuerza de cada aspirante?
A ocho meses de que inicie el proceso electoral a nivel local, la fuerza de Ignacio Mier radica en su cercanía con el secretario de Gobernación federal, Adán Augusto López Hernández, quien promueve y respalda su aspiración de suceder en el cargo al titular del Poder Ejecutivo local, el morenista Sergio Salomón Céspedes Peregrina.
Mier también cuenta con el apoyo del exalcalde de la capital y exrector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), el priista Enrique Doger Guerrero, a quien acompañó en su administración municipal (2005-2008) como secretario General del ayuntamiento.
Además, el coordinador de la bancada mayoritaria de Morena en la Cámara de Diputados es una figura cercana al director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y exgobernador de Puebla, Manuel Barttlet Díaz.
Por su parte, Alejandro Armenta es presidente del Senado de la República, posición que le debe al líder de su grupo parlamentario, Ricardo Monreal Ávila, de quien ha buscado desmarcarse desde finales del año pasado para acercarse a Claudia Sheinbaum Pardo, jefa de Gobierno de la Ciudad de México y la mejor posicionada en las encuestas para abanderar a Morena en la pugna por la presidencia del país en 2024.
A nivel local, Armenta ha logrado agrupar a un numeroso grupo de exalcaldes, exdiputados y exdirigentes del PRI que se encargan de promoverlo en el interior del estado.
Marinistas contra dogeristas, la vieja batalla
Las diferencias entre Alejandro Armenta e Ignacio Mier iniciaron en su etapa como priistas, ya que formaron parte de dos grupos políticos que se confrontaron en 2010 por la renovación del Poder Ejecutivo local: uno lo encabezó el entonces gobernador Mario Marín Torres; el otro, Enrique Doger, quien se desempeñaba en ese momento como edil de Puebla.
Alejandro Armenta era marinista y como tal trabajó a favor de que la candidatura del PRI quedara en manos de un integrante de ese equipo. Él mismo buscó la nominación sin conseguirla, ya que se entregó a otro incondicional de Mario Marín: Javier López Zavala, quien hoy se encuentra en prisión acusado del feminicidio de la activista Cecilia Monzón Pérez, ocurrido el 21 de mayo de 2022.
En tanto, Ignacio Mier impulsó a Enrique Doger para la gubernatura y lo acompañó en una batalla por democratizar el proceso de selección de candidato del PRI, lo que provocó múltiples enfrentamientos con Marín y sus allegados.
De acuerdo con fuentes extraoficiales de los equipos de Alejandro Armenta e Ignacio Mier, los diferendos en torno a la elección de 2010 no generaron la ruptura entre ellos, pues dos años después Ignacio Mier se acercó al primero para invitarlo a participar en la construcción del partido Morena, poco después de que el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, anunció ese proyecto en 2012.
Armenta no aceptó la oferta. Se quedó en el PRI cinco años más, lo que le permitió llegar a la Cámara de Diputados en 2015 como representante de esa fuerza política, a la que renunció en 2017 para saltar al Senado de República en 2018 con el respaldo de Morena.
Llegan las denuncias penales
El punto de quiebre en la relación entre los dos legisladores federales de Morena llegó el 17 de mayo de 2022, cuando Armenta dio a conocer que denunció por intento de extorsión al director de Diario Cambio, medio de comunicación del que Ignacio Mier es socio. Cuatro días después, el comunicador, identificado como Arturo N., fue detenido y vinculado a proceso por una denuncia similar que presentó otro actor político del estado.
Ignacio Mier respondió con una denuncia penal contra Armenta en julio de 2022, por presunto tráfico de influencias, revelación de secretos y delitos cometidos por servidores públicos.
Ni el secretario de Gobernación Adán Augusto López logró zanjar el conflicto entre ambos liderazgos de Morena, a los que llamó a la unidad y al compañerismo en un acto masivo el 13 de enero pasado. La confrontación se reactivó tan pronto el funcionario dejó suelo poblano.
El líder de los diputados federales de Morena confirmó el 16 de enero de este año que la denuncia contra Armenta sigue activa, pues dijo que no permitirá que nadie “manche” su apellido.
A su vez, el senador ha sido recurrente en sus críticas contra Mier, ya que en distintos actos masivos y conferencias de medios hace alusión a su falta de título profesional y lo acusa, la mayoría de las veces sin nombrarlo, de “cucharear encuestas”, método que empleará Morena para elegir al candidato a gobernador.
Este 12 de marzo, Ignacio Mier consideró que las diferencias con Armenta podrán solucionarse en un “diálogo familiar”. Cuestionado sobre la posibilidad de que alguno de los dos deje Morena, de no conseguir la postulación, lo descartó por completo, en su caso, al señalar que sólo los “vulgares ambiciosos” se obsesionan con cargos, en vez de impulsar “ideales”.
En tanto, Armenta rechazó el lunes pasado que esté coqueteando con otras fuerzas políticas, pues aseguró que es leal al presidente López Obrador.
