Héctor ofrece su arte de globoflexia en las calles de Puebla para poder llevar dinero a su casa

 

https://www.elsoldepuebla.com.mx/local/z2qvpz-la-globoflexia-ayuda-a-poblano-a-salir-adelante-economicamente/alternates/LANDSCAPE_768/La%20globoflexia%20ayuda%20a%20poblano%20a%20salir%20adelante%20economicamente(Alba Espejel) El señor Héctor Manuel Cacique solía trabajar en el área de publicidad en una empresa que se dedica a la venta de pan, sin embargo, cuando enfermó de vértigo perdió su empleo. Han pasado 10 años y desde esa fecha jamás encontró trabajo, por lo que tomó cursos de globoflexia para hacer figuras y salir adelante.

 

Héctor Manuel tiene 73 años, una edad que él considera difícil para encontrar empleo, pero la situación económica lo orilló nuevamente a buscar alternativas para salir adelante. Fue así que, con sus ahorros, compró un libro de globoflexia para poder hacer figuras y ganar algunos pesos.

 

“Esta enfermedad hizo que me diera muchos mareos y me desmayaba. Después de eso y cuando mejoré estuve buscando trabajo en muchos lugares, pero nunca me dieron. Hoy tengo a mi esposa y a mi nieto, quienes sólo me piden que tenga mucho cuidado al salir para que regrese con bien a la casa”, compartió.

 

Recorre las calles del Centro Histórico y comprarle un globo le hace el día

 

Hoy en día, lo pueden ver caminando por el zócalo de la ciudad de Puebla o en las principales calles del Centro Histórico. Ofrece sus perritos hechos de globos, los cuales colocó en un palo de madera para que puedan detenerse. Llega desde las 10 de la mañana y se va hasta las 6-7 de la tarde.

 

No pide una cantidad especifica, es una cooperación voluntaria para que pueda comer y para que pueda llevar algo de dinero a su casa, en donde lo espera su esposa y uno de sus nietos. No obstante, en últimos días es muy complicado que alguien quiera apoyarlo.

 

Entiende que la situación económica es muy complicada y más desde que inició la contingencia sanitaria a raíz del coronavirus, pero espera que, al saber un poco de su historia, alguien pueda apoyarlo reglándole unos pesos a cambio de sus globos.

 

“A veces si me cuesta mucho que me apoyen y es difícil porque yo me mantengo con los globos, no los vendo, es una cooperación que me da la gente para mi familia y para mí”, explicó.

 

En caso de querer apoyarlo, Héctor suele estar en el zócalo de la ciudad, puntualmente en las escaleras de la catedral que dan para la calle 2 Sur o en las escaleras de la plancha que están enfrente de los autobuses turísticos.