MADRID -- El Trofeo Pichichi es el premio al gol. Ni más ni menos. Quien más goles marca en LaLiga es el que se lleva el trofeo a casa. Sin trampa, sin truco, sin debate. En la historia del futbol español hay ilustres nombres como los de Quini, Zarra, Mario Kempes, Butragueño, Hugo Sánchez, Lionel Messi o Cristiano Ronaldo que se han llevado el galardón a su casa. Hay un nombre que lo levantará, por primera vez esta temporada: Karim Benzema.

 

Sólo una catástrofe evitaría que Benzema levantara el trofeo. Y es que, a día de hoy, el francés lleva 10 goles de diferencia respecto a Vinícius Júnior, Juanmi, Raúl de Tomas y Enes Unal, sus más inmediatos perseguidores. Con 24 goles, el francés lleva una diferencia tan amplia como trabajada.

 

El delantero del Real Madrid siempre ha anotado goles. Su importancia desde la salida de Cristiano Ronaldo ha saltado a la primera plana del escaparate madridista. Sin la sombra de los focos del portugués, Benzema ha dado un paso hacia adelante en materia goleadora para liderar el ataque blanco y, también, para demostrar que su trabajo anterior era crear ocasiones para el lucimiento de Cristiano Ronaldo, entiéndase la expresión.

 

En 742 partidos tanto en el Olympique de Lyon como en el Real Madrid, Benzema lleva 379 goles y 184 asistencias. Salvo en su primera temporada en Madrid, donde marcó 8 goles, y en la campaña 17/18, donde apenas anotó 5 tantos, el francés siempre ha tenido unos números de gran goleador que, sin embargo, nunca le alcanzaron para pelear por el Trofeo Pichichi.

 

De hecho, como cualquier goleador contemporáneo a ellos, la presencia de Leo Messi y de Cristiano Ronaldo ha condicionado todos y cada uno de los galardones individuales de los últimos doce años. Desde 2010, Messi ha ganado 8 trofeos por 3 de Cristiano. Sólo Luis Suárez, compañero del argentino, consiguió arrebatarles el galardón en 2016. De ahí la importancia del papel individual de Benzema en el actual panorama del futbol español.

 

Ya no sólo por lo que genera, el francés lleva años siendo un ejemplo de delantero moderno: marca goles, asiste a otros compañeros, genera oportunidades y ayuda en defensa. No es como otros grandes nombres que “pasan” de ayudar al colectivo. Benzema es de los que prioriza el comportamiento común a los premios individuales. De ahí que, gracias a su trabajo y humildad, en el Madrid se ha convertido en una referencia histórica.

 

Y como todo icono, su recompensa está a la vuelta de la esquina. Habitualmente huye de los focos mediáticos para refugiarse detrás de las cámaras. Pero este año Benzema ha dado ese paso necesario para ser el único y merecido protagonista goleador de una liga que, ávida de grandes talentos internacionales, todavía conserva la esencia y la clase de un Benzema que, como el vino francés, ha mejorado con los años.