FRANKFURT -- El Barcelona, arrasado por el Bayern Munich allá por el mes de diciembre, regresa al cabo de cuatro meses a Alemania para estrenar su historial continental frente al Eintracht Frankfurt, convertido, prácticamente sin discusión, en el principal candidato a conquistar la Europa League, un torneo menor al comenzar la temporada (que ni tan solo contemplaba el club azulgrana disputar) pero que a estas alturas del curso sirve no solo para lavar la cara... Más aún para confirmar el crecimiento exponencial que ha protagonizado el equipo dirigido por Xavi Hernández.

 

"No podemos pensar más allá que en el Eintracht. Nos ocupa el presente y el presente es este partido... Y ya he dicho que no hemos tenido precisamente suerte en el sorteo”, se apresuró a relatar el entrenador azulgrana en la previa del duelo, sacándose de encima, como pudo, cualquier etiqueta de favorito que, sabe perfectamente, cuelga sobre sus hombros.

 

Un Barça que, sumando 14 partidos sin conocer la derrota y 18 días después de aplastar al Real Madrid en el mismísimo Santiago Bernabéu, disfruta de su mejor momento en la temporada.

 

Xavi se presentó en la competición advirtiendo que si existía un favorito en este torneo ese era "el Sevilla" porque "es el campeón", pero superadas con nota dos eliminatorias ante Napoli y Galatasaray, sentenciadas ambas a domicilio de manera notable, esa excusa ya no se mantiene.

 

Menos aún cuando el equipo de Lopetegui cayó ante el West Ham y el cuadro de los cuartos de final mantiene equipos a tener en cuenta... Pero ninguno con el potencial que se le adivina al Barça. El Eintracht, verdugo del Real Betis en los octavos de final, acude a la eliminatoria habiendo enlazado tres empates consecutivos, el último ante el colista de la Bundesliga, y sabiendo que encara el duelo frente al equipo de Xavi con más ánimo que opciones reales.

 

Aunque su entrenador, Oliver Glasner, ofreció la imagen más ambiciosa posible en la previa del primer partido.

 

"No firmo el empate, ni contra el Barça ni contra mi hija”, proclamó el técnico germano, para reconocer inmediatamente que el Barcelona "es un club mítico, está en un gran momento y está muy cerca de volver a la cima del futbol".

 

No se le adivinan, con lógica, muchas posibiidades al equipo de la región del Darmstadt.

 

Y tampoco se sospecha que quien pueda encontrar a partir de aquí tuviera los recursos futbolísticos como para frenar a este Barça que perdió su último partido el 20 de enero y que en seis de sus últimos 12 encuentros ha marcado cuatro goles. Sin obviar que Marc-André ter Stegen ha dejado su portería a cero en cinco de los últimos siete.

 

Confeccionado el cuadro hasta la final se contemplaría ya una semifinal frente al vencedor de la eliminatoria entre West Ham y Lyon, equipo este último que nunca ha sido capaz de derrotar al Barça y que en su último cara a cara, en los octavos de final de la Champions en la temporada 2018-19 fue aplastado (5-0) en el Camp Nou tras el 0-0 de la ida. Tal como ocurre con el Eintracht, un duelo con el West Ham sería primerizo... y, de la misma manera, con la inevitable consideración de favorito para el cuadro azulgrana.

 

En la otra parte del cuadro aparecen RB Leipzig, Atalanta, Braga y Rangers. Cualquiera de los cuatro sería el rival en la final que se disputará en Sevilla y ninguno de ellos aparecería como favorito, ni mucho menos, enfrentado al Barça.

 

Solo el último sabe lo que es ganar un título continental (la extinta Recopa en 1972) y es también el único que sabe lo que es enfrentarse al Barça, en la fase de grupos de la Champions 2007-08 en que empató sin goles en Ibrox Parc y perdió, 2-0, en el Camp Nou.

 

"Nada nos debe confundir ni dejar de ser humildes. Estoy contento de como van las cosas pero eso puede cambiar”, advierte Xavi, huyendo de un papel de candidato principal que a estas alturas, llegado el mes de abril, apenas nadie duda en concederlo a un Barcelona que nada tiene que ver con el que visitó por última vez Alemania. Es otro Barça. Poderoso y que muy a pesar de las advertencias se sabe favorito.