BARCELONA -- El Barcelona no considera la permanencia de Ronald Koeman como entrenador la próxima temporada un asunto cerrado, admitieron a ESPN Deportes fuentes del club. Entre el "tiene una temporada más de contrato y no tiene por qué ser ratificado" que se aseveró tras la final de Copa y el silencio institucional instalado en las dos últimas semanas la posición del técnico holandés no provoca unanimidad entre la directiva azulgrana.

 

Su continuidad, o no, será decidida cuando acabe la temporada, dentro de dos semanas tanto en base al resultado final del curso, pendiente de conquistar el título de Liga, como de las sensaciones que existan entre Laporta y su núcleo duro de la directiva y colaboradores más cercanos. Hoy se le valora tanto por el despertar de un equipo deprimido, su gestión del vestuario y su apuesta innegociable por los jóvenes como se ponen en duda algunas decisiones tácticas, su discutida incidencia en los partidos y la falta, en ocasiones, de atrevimiento y dominio de los partidos.

 

Koeman, no es un secreto, no es el entrenador elegido por la directiva de Laporta y a pesar de su ascendente en el club y de su incuestionable trabajo durante una temporada tan difícil, y con tantos sobresaltos, no tiene ese apoyo absoluto en los despachos, sin que se pueda adivinar ahora qué ocurrirá cuando la temporada acabe.

 

"Desde el primer día el presidente me ha mostrado su confianza y no me preocupa el futuro porque si alguien debe decidir es él... Pero firmé por dos años y me veo como entrenador la próxima temporada" reitreró este mismo lunes Koeman en la sala de prensa, reiterando su "confianza" en seguir en el banquillo y trasladando todo lo que deba hablarse "después del último partido".

Roja para Koeman en el Barcelona vs. Granada Getty Images

 

Hasta entonces, se supone, se mantendrá esta duda incómoda. "Después de dos semanas habrá tiempo para hablar del futuro. Hemos quedado para hablar con el presidente cuando acabe la temporada" sentenció pretendiendo apartarse de un tema que, se nota, le molesta personalmente aunque se haya acostumbrado a ello. "No es algo que me afecta solo a mí, es algo que le pasa a todos los entrenadores. Yo no puedo controlar a la prensa porque cada uno tiene su opinión y no tengo derecho de cambiar esto. Lo único importante es analizar la temporada que hemos hecho"

 

Si la derrota frente al Granada cayó como un jarro de agua fría en el club, provocando una reunión de urgencia entre el entrenador y los pesos pesados de la plantilla y desazón en el palco, el empate cosechado ante el Atlético reabrió el debate en la junta, donde elogiándose sin reservas el empuje que ha dado a una plantilla limitada y en la que ha catapultado a una hornada de jóvenes con excelente futuro también se pone en duda sus planteamientos y decisiones técnicas.

 

Aunque Joan Laporta envió un mensaje de apoyo a Koeman cuando tomó posesión de la presidencia y repitió su confianza tras la conquista de la Copa repitiendo su "confianza total" en él, con el paso de los días no ha vuelto a significarse y a pesar de que el técnico de cara a la galería ha repetido que se siente apoyado por el mandatario y la directiva, lo volvió a hacer este lunes durante la rueda de prensa, echa en falta un discurso institucional que cierre cualquier especulación... Y como éste no llega las dudas aumentan.

 

Al holandés, personaje de indiscutible ascendente en el entorno del club por lo que significó ya en su etapa de jugador y al que se respeta de manera unánime por tomar el equipo en un momento de crisis absoluta, se le valora sin reservas por la gestión que ha hecho en el vestuario. La eclosión de jóvenes como Pedri, Mingueza, Araújo o Ilaix (al margen del lesionado Ansu Fati), la apuesta por Dest o la confirmación de De Jong son puntos que juegan a favor de un Koeman que se ha ganado al vestuario y mantiene una relación muy cercana a sus jugadores, Messi incluido...