El escritor expresó en la FILEY que en su literatura, los dilemas y las contradicciones de la patria están reflejados, es una de sus obsesiones . “Los mexicanos lo saben mucho…”, refiere

 

Los personajes que crea Leonardo Padura (La Habana, 1955) en sus obras literarias no están conflicto entre sí, todos están en conflicto con el sistema, reconoció el autor cubano quien se refirió a su país como un lugar donde opinar en contra de la política te deja sin patria, experiencia que comparten los mexicanos. Así lo comentó durante un conversatorio que entabló con el escritor mexicano Gonzalo Celorio durante la Feria Internacional de Lectura de Yucatán (FILEY).

 

"En un país (como Cuba) donde además se ha producido un fenómeno político muy complejo, el fenómeno de la revolución se convirtió en la representación de una sociedad y se convirtió en el creador de un Estado, ese Estado creó un gobierno y todo eso se asocia con la nación y la patria. La revolución (en Cuba) es la nación, es la patria", destacó Padura.

 

Entonces, una opinión política te puede dejar fuera de la patria o contra la patria, añadió el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015.

 

"Los mexicanos lo saben mucho, los mexicanos son muy patriotas pero el mexicano que no tenga una mala opinión sobre su gobierno deja de ser mexicano. Pero por tener una opinión contraria al gobierno deja de ser un mexicano amante de su país. Es muy complicado", dijo.

 

El autor de El hombre que amaba a los perros expresó que en su literatura, esos dilemas y contradicciones de la patria están reflejados, es una de sus obsesiones.

 

"En mi literatura he tratado de reflejar una visión equilibrada posible y desde un punto de vista desde mi generación que tienen condiciones especiales en Cuba, muy favorables y muy lamentables. Es una generación que se prepara muy bien y tiene muchas posibilidades y de repente esas posibilidades desaparecen de su capacidad de materialización", comentó.

 

Padura señaló que hay obsesiones que siempre persiguen a los escritores y la única manera que tienen de liberarse de esos pensamientos es con la palabra exorcismo.

 

"Tu producción novelesca es un exorcismo porque ha sido una literatura a través de la cual has contado una serie de cosas, de un mundo, y lo que estás haciendo es que hablas de ti mismo porque tú eres el centro de esas historias aunque no eres el protagonistas. A mí me ocurre lo mismo", confesó.

 

Leonardo Padura contó que escribe una nueva novela sobre un represor cultural de los años 70 en Cuba.

 

"Estoy haciendo el ejercicio de la historia del victimario porque en una de mis novelas, Máscaras, se habla de lo que ocurrió en Cuba en los años 70, la represión intelectual, pero el crimen está ubicado a finales de los 80 y es la historia de un homosexual y donde ahora el asesinado es uno de los represores culturales de los años 70, un viejo del que ya nadie se acordaba. He tratado de entrar en la psicología de ese censor, de ese victimario, de ese tipo que era capaz de aplastar vidas", detalló.

 

Para el escritor, un censor no siempre trata de poner electricidad en los testículos para torturar. "Hay muchas maneras de torturar y significa una condición psicológica la de ese torturador: ¿a qué intereses responde? y ¿cuál es esa obediencia de vida que lo lleva a esos actos de agresión contra la dignidad de otras personas? Estoy trabajando esa historia con mi personaje Mario Conde".

 

Esa novela en proceso es para Padura una manera de cumplir su responsabilidad civil.

 

"No soy un político, no voy a hacer política, no tengo ni he tenido militancias políticas, pero soy una persona con una responsabilidad civil. Como escritor tengo una responsabilidad civil con mi sociedad, con mi tiempo, con mi memoria, con la gente que vive en Cuba y eso es lo que me lleva a hacer esta literatura de carácter realista", destacó.