El artista oaxaqueño exhibe en el MUAC su cartografía audiovisual Mesoamérica: El efecto huracán/ El ingreso de México a la globalización lo transforma en una especie de cliente, más no de exportador, añade

 

Edgardo Aragón, Mesoamerica: The Hurricane Effect [Mesoamérica: el efecto huracán], 2015. Video, 15’. Una producción del Jeu de Paume y el CAPC musée d’art contemporain de Bordeaux.

 

La sala virtual del Museo Universitario de Arte Contemporáneo presenta la cartografía audiovisual Mesoamérica: El efecto huracán del artista oaxaqueño Edgardo Aragón, quien muestra todos los tipos de energía que están disponibles en el mundo para llegar a un lugar completamente desconectado de las redes eléctricas y el internet. Al mismo tiempo, señala que estos pequeños y desconectados lugares son fosas enormes que van en contrasentido del Proyecto Mesoamérica.

 

“Mesoamérica es este lugar que durante muchos siglos tuvo un auge cultural importante en el continente, pero que ahora es uno de los lugares más miserables del mundo en términos políticos y económicos”, dijo Aragón en entrevista a propósito de la exhibición que permanecerá en Sala 10 hasta el 16 de noviembre.

 

En 2008 se lanzó oficialmente el Proyecto de Integración y Desarrollo de Mesoamérica, con el cual se haría una supuesta integración de 10 países que van desde Puebla hasta Panamá, explicó Edgardo. “Lo que ellos en algún momento entendieron como desarrollo, o nos quisieron vender como la idea del progreso, en realidad, no tiene nada que ver con una buena calidad de vida, sino con una aspiración social económica basada en el comunismo”.

 

Sin embargo, lo que pasó con este proyecto es que despejaron el camino a los mercados negros, aseveró. “El proyecto se convirtió en una espacie de territorio donde no se pagan impuestos, como los duty free de los aeropuertos, pero de mercado negro y por eso tenemos a todas las pandillas, grupos de crimen organizado y migrantes yendo y viniendo como si fueran esclavos controlados por mafias locales de políticos, del ejercito o del mismo crimen organizado”.

 

    ¿Qué implica el “progreso” para comunidades como indígenas como Cachimbo?

    Implica la desaparición metafórica y real para muchos de estos lugares como Cachimbo o el área enorme donde sucede todo el asunto que es Mesoamérica. La entrada a la globalización de un país como México, con tanto subdesarrollo y pobreza, significa que el país se transforma en una especie de cliente o comprador, más no de exportador.

 

ENERGÍA. Paradójicamente, a ocho kilómetros de la costa de Oaxaca existe un parque eólico enorme y moderno que está imposibilitado para surtir energía limpia a las comunidades cercanas pues no obtienen una ganancia importante si brindan la energía a las comunidades que ahí habitan.

 

Algunos parques eólicos privados venden la energía a la Comisión Federal de Electricidad o se la quedan, mientras que otras empresas la mandan directamente a sus plantas, que, en el caso de las refresqueras y empresas grandes, están en Monterrey. “Esto es parte de sus políticas públicas para quedar bien socialmente y tener una aparente responsabilidad social con el medio ambiente, pero en realidad se está privilegiando la ganancia a la calidad de vida”.

 

“Supuestamente todos estamos interconectados y en mejoría, pero hay grandes extensiones del mundo que no tienen algo tan elemental como la electricidad, sin la cual no puedes poseer ninguno de los aparatos modernos contemporáneos de los que tanto se habla ni de una supuesta energía limpia”.

 

RELIGIÓN. En estas regiones de Mesoamérica está sucediendo una transformación religiosa de grupos evangélicos cristianos, quienes están transformando el pensamiento que aún existe en las comunidades sobre la muerte y la tierra por creencias judeocristianas que “tienen que ver con la justificación de que un pueblo entre en guerra con otro y pueda tomar sus recursos”

 

“Es un ABC del antiguo testamente y es el tipo de organización político militar con el que se mueve Estados Unidos. Muchas comunidades que se están convirtiendo al cristianismo evangélico, que es mismo que hizo el golpe de estado en Bolivia, tienen la misma corriente de pensamiento y se están asentando en estas áreas”.

 

La llegada de este tipo de pensamiento cristiano que ver con las migraciones a Estados Unidos, pues mucha gente que se fue a vivir y trabajar como “semi esclavos”, regresó con un nuevo evangelio. “Estamos viendo una reconversión de los pueblos con sus mitologías, las cuales aún sobrevivían y ahora desaparecen en una nueva oleada de este cristianismo fundamentalista norteamericano”.