Revelan, entre otra información, cuáles palabras y cuántas veces aparecieron en libros impresos en función del tiempo desde 1500 hasta 2018 en inglés, francés, alemán, italiano, ruso y español; detallan cuándo surgían, se mantenían y desaparecían.

 

Analizar cómo las palabras prevalecieron en diversos siglos y sistematizar su uso en auge o cómo cayó en desuso, ahora es posible mediante un novedoso procedimiento de física que utiliza herramientas clásicas de las ciencias exactas para estudiar la evolución de los vocablos, un terreno propio de la lingüística. 

 

Es una tendencia actual dentro de la física utilizar la metodología de esta disciplina en otros campos, como la biología y la medicina, aunque se aplica en escala muy baja en temas humanísticos, afirmó Rosalío Fernando Rodríguez Zepeda, del grupo de Sistemas Complejos del Instituto de Física (IF) y profesor de Física Estadística en la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM.

 

Puso como ejemplo la palabra internet, la cual está en auge aunque apareció en 1971; mientras que tanque tuvo más uso durante la Primera y Segunda guerras mundiales. 

 

Rodríguez exploró este innovador estudio mediante la utilización de bases de datos gigantescas, junto con los investigadores Germinal Cocho (en su último trabajo de investigación), Jorge Flores y Carlos Pineda, del IF; Carlos Gershenson, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) y Sergio Sánchez, de la Facultad de Ciencias (FC). 

 

“Hoy se dispone de una infraestructura impresionante y una tecnología muy desarrollada para adquirir y manipular datos sobre sistemas lingüísticos: los idiomas, el lenguaje, las palabras que aparecen y desaparecen. Son bases de datos enormes que fueron una motivación para estudiar estos sistemas”, señaló Rodríguez en un comunicado de la Universidad.

 

Revelan, entre otra información, cuáles palabras y cuántas veces aparecieron en libros impresos en función del tiempo desde 1500 hasta 2018 en inglés, francés, alemán, italiano, ruso y español; detallan cuándo surgían, se mantenían y desaparecían. 

 

“Tener esa información nos hizo estudiar propiedades como la frecuencia con que aparecen las palabras y cómo cambia esa propiedad”, explicó.