"La cultura será piedra angular para la reconstrucción simbólica y humana que llegará tras la contingencia sanitaria".
Con una transmisión en vivo desde el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología (MNA), durante la cual se entregó el Premio Antonio García Cubas a las mejores publicaciones en los ámbitos de la antropología e historia, inauguró ayer la XXXI Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH) que hasta el 5 de octubre ofrecerá más de 180 actividades en modalidad digital.
“Quisimos que la entrega fuera aquí, sostener el premio. Se han tenido que ocupar presupuestos para atender la emergencia sanitaria y apoyar a los sectores más desfavorecidos de la sociedad, pero no podíamos interrumpir la marcha. Lo que le interesa a los colegas y editores es el prestigio de premio: este año no hay dinero, lo habrá el año que entra y espero que mayor que antes. Lo que sí hay es admiración, reconocimiento y por supuesto el festejo del trabajo que hacen autores, editores, investigadores para nutrir las publicaciones impresas y virtuales en antropología, historia, humanidades y patrimonio cultural”, señaló Diego Prieto Hernández, director general del INAH.
Explicó que en esta vigésima segunda edición del premio se postularon 56 obras de 22 sellos editoriales de instituciones académicas, públicas y privadas, de las cuales siete obras merecieron galardón y otras siete obtuvieron mención honorífica:
Arquitectura en el Códice Florentino y los Primeros Memoriales. Las casas mâsêwalkalli y pilkalli; SOMNO AUTOMATUM México Industrial 1923. Película silente de la fábrica textil de Metepec. Banda sonora de Cabezas de Cera; No son micro. Machismos cotidianos; Al principio, viajábamos solas; Librado García Smarth. La vanguardia fotográfica en Jalisco; y Redes de vanguardia. Amauta y América Latina 1926-1930 fueron las obras ganadoras en las categorías Obra Científica, Obra de Divulgación, Obra Juvenil, Obra Infantil, Libro de Arte y Catálogo, respectivamente.
Observó que esta Feria se lleva a cabo dentro de una circunstancia atípica e inesperada por la pandemia, y opinó que la cultura será piedra angular para la reconstrucción simbólica y humana que llegará tras la contingencia sanitaria.
Por otra parte, durante la inauguración el presídium evocó el recuerdo de colaboradores del INAH, entre investigadores, personal administrativo, de vigilancia y custodia, que en los últimos meses han fallecido. En este marco, se entregó un reconocimiento a familiares de académicos del Instituto -la arqueóloga subacuática Pilar Luna Erreguerena, el museólogo Mario Vázquez, el cronista y escritor Carlos Monsiváis, el restaurador Sergio Arturo Montero y el antropólogo Tirso Ricardo Melgar Bao- a quienes está dedicada la XXXI FILAH.
Accede a la FILAH en el sitio interactivo www.feriadelibro.inah.gob.mx
