Imagina tu cerebro como una computadora. Cada tanto, debemos hacer una limpieza en su caché. Si no, podemos sobrecargarnos con demasiados programas (pensamientos) trabajando en segundo plano, algo que muchas veces termina congelándonos. Tener demasiado en la cabeza al mismo tiempo nos impide recordar datos importantes o procesar la información de manera eficiente.

 

Por eso, es bueno mantener el cerebro en condiciones eliminando archivos temporales y organizando su información para evitar esas situaciones estresantes en las que olvidamos cierta tarea que debíamos completar a tiempo o en las que, por más que intentemos, no entendemos una explicación aunque nos sea repetida varias veces.

 

Poner los pensamientos en orden es tan necesario como ordenar la casa. Seguro muchas estamos obsesionadas con lo que pasa en la nueva serie de la gurú del orden Marie Kondo, y algunas de nosotras hemos comenzado a aplicar algunos de sus trucos para hacer cambios en nuestro hogar. Pero ¿qué está pasando dentro de nuestras cabecitas?

 

Quizá demasiadas ideas al mismo tiempo, mucha creatividad, numerosas tareas por hacer, problemas por aquí, algo que solucionar por allá... Lo recomendable es tomarse un descanso, todos los días, para revisar nuestras ideas y desagotar las preocupaciones. Notarás que tendrás más energía y que estarás menos estresada.

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  1. Deja ir tus pensamientos

Elige un momento de tu día para hacer una pequeña práctica de concentración. Por ejemplo, puede ser después de desayunar, luego de haber proveído a tu cuerpo con el combustible necesario para comenzar el día, o puede ser en la noche antes de dormir. La clave es ser consistente dentro de tu rutina. Tu desayuno o el hecho de cepillarte los dientes deben dar la alarma en tu cabeza de que es momento de hacer una corta reflexión, para aliviar tu estrés.

 

En ese momento, preocúpate por todo lo que te tenga preocupada, llora por lo que te tenga triste, enójate por lo que despierte tu ira, y escribe todos tus pensamientos, tus planes, tus ideas, en un papel o en una aplicación de tu teléfono. Si te queda más cómodo, puedes grabar mensajes de voz. Luego podrás ordenar tus pensamientos en listas de tareas o simplemente tacharlos. Pero al menos, simbólicamente, ya están fuera de tu cerebro. Este es un pequeño consejo de Royale Scuderi, empresaria, para Lifehack.

 

  1. Domina tus emociones

¿Vives con preocupación, enojo o tristeza? Comienza a poner un freno a tus emociones, todos los días. Margaret Moore, coautora del libro Organize Your Mind, Organize Your Life, explica para la CNN que todo lo que te hace bien para la salud te puede ayudar a controlar el frenesí de tu mente. Al estar dominada por tus emociones, tu corteza prefrontal, la región de la función ejecutiva, el CEO de la mente, como lo llama Moore, se nubla y te impide pensar claramente.

 

Duerme bien, haz ejercicio regularmente y haz prácticas de mindfulness; en suma, elige ir lento en la vida de vez en cuando, y dominarás estos sentimientos negativos fácilmente.

 

  1. Concéntrate en una cosa a la vez

El cerebro, explica Moore, no está hecho para hacer más de una cosa a la vez. Dile a tu cerebro que, desde ahora, estarás concentrada en una determinada tarea y solo en esa tarea. Tener distracciones es normal: por eso, apaga tu teléfono, quita las notificaciones de tu correo electrónico y ponte una alarma por 20 a 30 minutos. Hasta que no suene esa alarma, no puedes pensar ni hacer más nada. Por supuesto, tu cerebro querrá volver a revisar si hay mensajes nuevos o te dirá que, en lugar de estar trabajando, deberías ir a comer algo.

 

Detente y piensa si realmente necesitas un descanso en ese momento. Si ves que la demanda de tu cerebro no tiene fundamento, continúa tu tarea como si nunca la hubieras detenido. Si ves que necesitas un descanso, dáselo a tu cerebro.

 

Gran parte del cansancio mental que nos deja una sesión larga de trabajo viene de luchar contra nuestro cerebro, de luchar contra nuestro deseo de hacer una cosa diferente a la que estamos haciendo y tener que volver a concentrarnos en lo que estamos haciendo. Si no recibes ninguna notificación, mitigarás ese deseo y terminarás el día con más energía. Elige entregarte de lleno a las tareas que estás haciendo, una a la vez, y habrás ordenado tu mente.