Los perros saben el tipo de persona que eres. Torpe, nervioso, comprensivo o egoísta. La ciencia ha demostrado cómo los perros pueden identificar nuestras intenciones y actitudes. Pero, ¿con quién se quedarían si pudieran elegir?

 

Nuestras mascotas, los perros, nos observan muchas horas al día y han desarrollado increíbles habilidades para comprender todos nuestros gestos. La información que captan a través de sus ojos se complementa a la perfección con la información que capta su sistema olfativo. Y es que, los perros, son los únicos animales cuyo cerebro contiene puentes neuronales que conectan el bulbo olfativo con el bulbo occipital, es decir, con la parte del cerebro responsable de la vista. Podemos decir que los perros son capaces de ver a través del olfato.

 

¿Qué cualidades identifican los perros en las personas?

Generosidad: nuestras queridas mascotas han aprendido a evaluar y comprender qué comensal es más generoso y está dispuesto a cederles un bocado. Además, los perros han desarrollado toda una estrategia para obtener comida de la mesa: su cara de pena. Esta habilidad se ha vuelto tan efectiva que la naturaleza misma ha seleccionado los músculos faciales responsables de estos gestos de "cordero degollado".

 

Egoísmo: además de identificar al comensal generoso, los perros también tienen la capacidad de reconocer a las personas egoístas. Un estudio reveló que los perros son capaces de identificar a las personas egoístas, a las que además mienten. Las mentiras de los perros para conseguir comida demuestran su capacidad para comprender y manipular las interacciones sociales con el fin de satisfacer sus necesidades alimentarias.

 

Habilidad: los perros también pueden evaluar la habilidad de las personas. Se ha observado que prefieren interactuar con individuos hábiles, ya que son percibidos como más útiles para obtener comida y colaborar en tareas. Sin embargo, esta capacidad de evaluación también puede llevar a los perros a situarse estratégicamente cerca de aquellas personas que tienen más probabilidad de dejar caer accidentalmente comida al suelo.

 

Actitud comprensiva: los perros prefieren a las personas que responden a sus necesidades de manera efectiva. Existe evidencia científica que sugiere que las mujeres tienen una mayor capacidad para entender las peticiones de los perros y responder a estas mejor que los hombres. Esta habilidad se atribuye, en parte, a la química especial que se produce entre las mujeres y los perros a través de la hormona oxitocina.

 

La oxitocina, conocida como la hormona del vínculo, se libera durante las interacciones afectivas y refuerza la conexión emocional entre los seres sociales. En el caso de las mujeres, la presencia de otras hormonas femeninas, como los estrógenos, potencia la acción de la oxitocina, fortaleciendo aún más el vínculo entre ellas y sus perros.

 

Nerviosismo: Los perros poseen una notable capacidad para captar y percibir nuestro estado emocional, incluyendo el nerviosismo. Gracias a su naturaleza como animales sociales, se sincronizan con nuestro ritmo agitado y son capaces de detectar el estrés a través del olfato y otros signos sutiles. Para los perros, al igual que para otros mamíferos, el equilibrio y la felicidad se encuentran en un estado de calma y homeostasis. Por lo tanto, los perros tienden a mostrar preferencia por las personas que transmiten tranquilidad y serenidad, ya que esto les brinda un entorno más favorable para su bienestar emocional.

 

Retrato de la persona que prefieren los perros

La ciencia demostró que los perros prefieren a su dueño antes que a los demás perros de la casa, y la ciencia también ha demostrado cuales son las cualidades que los perros ven en nosotros. Se suele decir que los perros no nos juzgan, al menos por nuestro aspecto físico, pero sí que parecen hacerlo por cómo nos comportamos.

 

Torpes o generosos: si eres torpe o generoso amarán estar a tu lado durante la comida para ver si puede caer algo ya sea por accidente o por generosidad. Aunque entre personas hábiles o torpes, los perros prefieren a las hábiles.

 

Las personas egoístas no son del agrado de los perros que pueden llegar incluso a engañarlas, para conseguir sus objetivos.

 

Los perros prefieren la compañía de personas tranquilas capaces de entender y responder a sus necesidades emocionales.

 

Estos descubrimientos científicos nos permiten comprender mejor la complejidad de la relación entre perros y humanos, y nos brindan la oportunidad de fortalecer aún más estos lazos basados en el entendimiento y el respeto mutuo.