¿Estamos ante el futuro de la música? La influencer y cantante pop generada con inteligencia artificial, Noonoouri, ficha por la famosa discográfica.

 

Black Mirror, 1984, Blade Runner, Her... parece que el futuro distópico que todos hemos visto y leído en la ciencia ficción está cada vez más cerca con este anuncio. No en vano, Noonoouri se ha convertido en la influencer virtual más famosa del mundo. No es una persona, sino un avatar digital creado por el diseñador gráfico alemán Joerg Zuber y la agencia de diseño y branding Opium que arrasa en las redes sociales.

 

Ahora, esta entidad virtual con cara de muñeca (que 'nació' en 2018), con un rostro lleno con ojos increíblemente grandes y una nariz diminuta, marcas registradas de estándares de belleza convencionales e inalcanzables, que no envejecerá y nunca se cansa, no come ni duerme y ha lanzado oficialmente un sencillo después de firmar con el gigante de la industria Warner Music. Su tema debut fue escrito y grabado por "compositores y músicos talentosos", dijo la compañía.

 

Su canción de estreno se llama “Dominoes” que cuenta con la participación del DJ alemán Alle Farben y lleva en la calle desde el 1 de septiembre. En su debut, la cantante IA luce el cabello de color azul y porta una serie de conjuntos deportivos, en particular la línea Skims de Kim Kardashian, la empresaria y modelo estadounidense. La canción ya lleva más de 55.000 visitas en Youtube al momento de terminar de escribir este artículo.

 

Noonoouri es la primer influencer digital de su tipo en conseguir un contrato discográfico importante. A partir de ahora producirá canciones y ganará tanto dinero como los artistas de carne y hueso.

 

Al parecer, sus creadores utilizaron inteligencia artificial para crear la voz de este bonito avatar, una voz basada anteriormente en una cantante real, pero modificada para darle una voz única en base de pop, sobre todo la modificaron con IA para que sonara más femenina y robótica.

 

Como curiosidad, todos los royalties que produzca esta IA se distribuirán entre los cantantes y músicos que hayan participado en las canciones producidas para ser interpretadas por esta inteligencia artificial que nació como modelo IA (tal como lo hacen los músicos en otras canciones no generadas por IA). Noonoouri, con más de 400.000 seguidores en Instagram, ha aparecido en campañas para marcas de renombre como Balenciaga, Dior, Miu Miu, Valentino y Versace.

 

Aunque Noonoouri sea un personaje digital, sin duda es un claro ejemplo del cambio de reglas del juego que se está produciendo en el mundo de las redes con la llegada de la IA. Y es que parece que está naciendo una nueva tendencia que genera mucho dinero a sus creadores. Tomemos el ejemplo de Caryn Marjorie, influencer de Snapchat de 23 años que creó hace pocos meses una versión de sí misma con inteligencia artificial (CarynAI) con la ayuda de una empresa que conversa con personas en Internet y cobra 1 dólar por minuto cada vez que alguien desea interactuar con su avatar virtual.

 

La Inteligencia Artificial (IA) se ha hecho presente en innumerables campos, desde la atención sanitaria y las finanzas hasta los juegos y el transporte. Pero un área donde el impacto de la IA es cada vez más profundo, y quizás un poco inesperado, es el ámbito de la música. ¿Podrían las estrellas del pop/rock/urbano/heavy... del mañana ser cantantes generados por IA? Está claro que los cantantes virtuales, posibles gracias a la IA y otras tecnologías digitales, ya son una realidad y veremos qué nos depara el futuro.

 

Sea como fuere, la música es inherentemente humana; es una forma de expresión que transmite emoción, cuenta historias y conecta a las personas. Si bien la IA puede imitar los aspectos técnicos de la música, actualmente carece de la profundidad emocional y la conexión personal que aportan los músicos humanos. El carisma, las experiencias personales y los estilos que nosotros los seres humanos aportamos a las actuaciones no tienen rival (al menos por ahora), en la inteligencia artificial.

 

Igual en lugar de ver la IA como una amenaza, deberíamos verla como una herramienta poderosa que puede mejorar la creatividad humana y abrir nuevas posibilidades en el mundo de la música.