El fenómeno impulsado por la celebridad rubia de Mattel ha traspasado fronteras: desde el entretenimiento hasta el arte pasando por la ciencia. Esta es la historia detrás de un icono de la cultura popular.

 

Todo comenzó cuando la empresaria estadounidense Ruth Handler, cofundadora de la empresa de juguetes Mattel, observaba a su hija Barbara jugar con muñecas de papel. Pensó que aquellos juegos que activaban la imaginación podían ir mucho más allá con una muñeca de tres dimensiones que permitiera a los niños y niñas representar y soñar con futuros roles y profesiones.

 

Al darse cuenta de que podía haber un hueco en el mercado, propuso la idea a su marido Elliot, cofundador de Mattel. Pero esa ocurrencia no entusiasmo ni a él ni a los directivos de la compañía.

 

Durante un viaje a Alemania en 1956 con sus hijos Barbara y Kenneth, Ruth Handler descubrió en un escaparate una muñeca alemana llamada Bild Lilli. Esta figura adulta era exactamente lo que Handler tenía en mente, así que compró tres: le regaló una a su hija y las otras las devolvió a Mattel.

 

Esa muñeca se basaba en un popular personaje que aparecía en una tira cómica dibujada por Reinhard Beuthin para el periódico alemán Die d-Zeitung. La infame Lilli se vendió por primera vez en Alemania en 1955 y, aunque en un principio se comercializaba para adultos, pronto se hizo popular entre los niños, que disfrutaban vistiéndola con los trajes que había disponibles por separado.

 

A su regreso a Estados Unidos, Handler retocó el diseño de la muñeca (con ayuda del ingeniero Jack Ryan) y le dio un nuevo nombre, Barbie, en honor a su propia hija Barbara.

 

La idea finalmente prosperó y Barbie debutó el 9 de marzo de 1959 en la Feria Internacional del Juguete de Nueva York con el nombre de ‘Barbie Teenage Fashion Model’. La primera muñeca Barbie llevaba un traje de baño a rayas en blanco y negro y estaba disponible en dos versiones: rubia y morena.

 

A lo largo de los años, el personaje ha evolucionado para reflejar una amplia gama de profesiones, personalidades y estilos de moda. Además, la compañía juguetera Mattel ha ampliado el universo de su protagonista con la introducción de una gran cantidad de líneas, accesorios relacionados y personajes secundarios: primero llegaría Ken, el novio de Barbie (1961), y después su hermana pequeña Skipper (1964), o sus amigas Midge (1963) y Christie (1968), entre otros.

 

Pero los productos de Barbie no solo incluyen la gama de muñecas, sino también una enorme variedad de artículos como libros, piezas de moda, cosméticos, videojuegos, películas e incluso música. Al mismo tiempo, la ‘celebrity’ rubia también ha traspasado fronteras para convertirse en un icono cultural, recibiendo honores poco frecuentes en el mundo del juguete.

 

Por ejemplo, en 1974, una sección de Times Square en Nueva York pasó a llamarse ‘Barbie Boulevard’ durante una semana. Además, en 1985, incluso el sofisticado artista Andy Warhol pintó un cuadro de Barbie.

 

El estreno en 2023 de la película 'Barbie' dirigida por Greta Gerwig y protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling, consigue un éxito sin precedentes, ingresando más de mil millones de dólares en sus tres primeras semanas en los cines y convirtiéndose en la cinta dirigida solo por una mujer más taquillera de la historia.

 

Además, el icónico personaje ha tenido una influencia duradera en la moda, el entretenimiento y la sociedad en general. También ha llegado a la ciencia, siendo incluso objeto de investigación y debate o representando a figuras científicas de renombre.

 

En 2022, la experta en comportamiento animal y activista Jane Goodall se convirtió en una muñeca Barbie (acompañada de su famoso chimpancé) como parte de la ‘Barbie Inspiring Women Series’ una línea que rinde homenaje a mujeres inspiradoras de todos los tiempos. Esta última figura se unió a las de la aviadora Amelia Earhart, la matemática y física de la NASA Katherine Johnson o la artista y activista política Frida Kahlo.

 

La gama se lanzó en el Día Internacional de la Mujer de 2018, como parte de la respuesta de Mattel a las preocupaciones de las madres sobre los modelos a seguir de sus hijas. Otras muñecas de la serie son la activista por los derechos civiles Rosa Parks, la escritora y defensora de los discapacitados Helen Keller, la cantante Maya Angelou, la enfermera y estadista Florence Nightingale o la defensora de los derechos humanos Susan B. Anthony.

 

Cada muñeca incluía información sobre los logros y la influencia de su tocaya. En lugar de ser cuerpos genéricos de plástico que se visten y posan, se presentaron como mujeres “reales”, al tiempo que Mattel se comprometía a “arrojar luz sobre modelos referentes del pasado y del presente en un esfuerzo por inspirar a más niñas”.

 

Sin embargo, a lo largo de su historia, Barbie ha enfrentado algunas controversias relacionadas con su físico, su impacto en las percepciones de belleza con estándares corporales poco realistas, estereotipos y cosificación de la mujer. En este sentido, Mattel ha introducido en los últimos años diferentes tipos de cuerpos, tonos de piel y estilos de cabello, para reflejar la diversidad y promover una imagen más positiva y real.

 

Además, Barbie ha sufrido muchas transformaciones para parecer más segura de sí misma, y se ha comercializado como una muñeca con muchas opciones en la vida, sobre todo en lo que se refiere al trabajo. Por eso, ahora hay muñecas Barbie que representan más de 200 profesiones, desde astronauta, cirujana, paracaidista, arquitecta o empresaria hasta directora de cine e incluso presidenta de los Estados Unidos.

 

La muñeca más popular de todos los tiempos

 Barbie se ha convertido en la muñeca más famosa del mundo gracias a una combinación de factores clave que han contribuido a su éxito y su impacto cultural. Desde su nacimiento, destacó por su figura tridimensional, delgada y estilizada, así como por su amplia gama de atuendos y accesorios, que la hicieron única y atractiva para las niñas.

 

También desde el principio, siendo presentada como una muñeca que podía desempeñar una variedad de roles y profesiones, y que permitía a las más jóvenes soñar y explorar diferentes posibilidades para su futuro.

 

Esa versatilidad unida a un marketing eficaz por parte de Mattel, con la implementación de campañas publicitarias, anuncios de televisión, revistas y eventos promocionales, ayudaron a crear una demanda y un interés constantes en Barbie.

 

Todo ello, junto a una permanente adaptación a lo largo de las décadas para reflejar cambios en la moda, la cultura y las expectativas sociales. De hecho, su capacidad para evolucionar y adaptarse a los cambios en la sociedad y la cultura han sido claves para su longevidad y su estatus icónico.

 

Barbie se ha convertido en un símbolo de empoderamiento para niñas y niños, demostrando que pueden aspirar a cualquier cosa. Hoy es la muñeca con más ingresos de la historia con una industria que mueve alrededor de 1.900 millones de dólares al año.