Esta es la historia de como la marca Lili Ledy aprovechó un Día de Reyes para lanzar a la venta los primeros juguetes de Star Wars en México.

 

6 de enero de 1979. Millones de niños en México despertaron temprano para descubrir qué regalos les habían dejado los Reyes Magos durante la noche. Debajo de árboles navideños o junto a zapatos, los infantes mexicanos encontraron todo tipo de obsequios: bicicletas, muñecas, pelotas. Algunos afortunados recibieron algo aún más especial; algo salido de una galaxia muy, muy lejana. Junto a sus cartas a Melchor, Gaspar y Baltasar estaban algunos de los primeros juguetes de Star Wars que se vendieron en México.

 

Sin embargo, la llegada de las figuras de personajes como Darth Vader y Luke Skywalker a nuestro país no fue cosa sencilla. De hecho, el camino que tuvieron que recorrer las creaciones de George Lucas para volverse un objeto de deseo para niños y coleccionistas en México inició dos años antes en Estados Unidos, con una apuesta a ciegas que dio paso a un negocio multimillonario.

 

Una nueva esperanza

Todo comenzó en los primeros meses de 1977. La compañía Kenner, que se había convertido en un emporio juguetero después de años de dedicarse a la venta de jabón, recibió en sus oficinas de Cincinnati a ejecutivos de 20th Century Fox y Lucasfilms LTD. Estos llegaron con un guion, unas fotografías en blanco y negro y una propuesta: expandir el universo de ‘Star Wars’, una película de bajo perfil que llegaría a los cines estadounidenses semanas después, con una línea de juguetes.

 

Para la empresa, lo ofrecido era una simple oportunidad de crecimiento. Aportarían una licencia más a su catálogo –que ya contemplaba la serie ‘The Six Million Dollar Man’ y el Easy-Bake Oven– con juegos de mezas, rompecabezas y una figura de acción que saldrían a la venta un año después, en la primavera de 1978. Pero los planes cambiaron en cuanto el equipo de ventas de Kenner asistió a una proyección privada de la película días antes de su estreno en mayo del 77. Ningún juego de mesa o rompecabezas sería suficiente para satisfacer lo que provocaría la cinta de ciencia ficción ubicada en el espacio.

 

star2.JPG - 37.86 kB

 

Antes de que siquiera se vendiera un boleto para ver la película protagonizada por Mark Hamill, Harrison Ford y Carrie Fisher, la compañía de juguetes comenzó a planear su estrategia de ventas para Navidad. Era imposible que pudieran tener una línea de figuras de acción listas para diciembre. Lo sabían. La serie que podría cambiar para siempre la venta de juguetes no estaría lista para la temporada navideña. Fue allí cuando se les ocurrió una idea brillante.

 

El cartón navideño que prometía una colección de juguetes de Star Wars

Cuando ‘Star Wars’ se convirtió en un éxito de taquilla, Kenner ya había puesto en marcha un ambicioso plan de ventas. “Había que sacar algo para la Navidad de 1977 o era la muerte… no había suficiente tiempo para lograrlo”, recuerda Ed Schifman, exdirector de diseño de Kenner Toys en el documental ‘Plastic Galaxy: La historia de los juguetes de Star Wars’. “Estábamos en una reunión y dije, ‘¿Y si vendemos el derecho para comprar el producto cuando salga?’”.

 

Así fue como la compañía lanzó a la venta un certificado de venta asegurada: un pedazo de cartón que exhibía un set de diez de figuras que llegaría a las tiendas entre febrero y junio de 1978. Quienes lo adquirían tenían la garantía de que, en algún momento del siguiente año, recibirían a Luke Skywalker, Darth Vader, Han Solo, Chewbacca, la princesa Leia, Ben Kenobi, R2-D2 y C-3PO en pequeñas escalas. Era, básicamente, una promesa.

 star3.JPG - 60.69 kB

Contrario a lo que cualquiera podría imaginar, el plan fue un éxito. Consumidores de todo Estados Unidos corrieron a tiendas para comprar el certificado y dejarlo como regalo debajo de los árboles de Navidad. Para el verano del 78, no había nadie que no conociera a los personajes de Star Wars, que no ubicara los fantásticos mundos que presentaba o que no conociera sus naves espaciales. De todo ello tenía control Kenner y lo explotaría por décadas.

 

Como un Día de Reyes inicio el furor por la venta de juguetes de Star Wars en México

 

La historia era diferente en México. En un contexto no tan globalizado, las cosas tardaban en llegar a países como el nuestro. De hecho, ‘Star Wars’ –o ‘La Guerra de las Galaxias’ como se anunció en marquesinas y periódicos de la época– no estrenó en salas mexicanas sino hasta diciembre de 1977, después de exhibirse en la 8va Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional.

 

Con el tiempo a su favor, Lily Ledy –la empresa mexicana más famosa del mercado en ese entonces– decidió ir a la segura, compró los derechos de la licencia a Kenner y comenzó a producir pequeñas figuritas de robots, jedis y princesas secuestradas. La Navidad de aquel 1977 y la de 1978 estaban condenadas a quedarse sin juguetes de Star Wars; pero todo cambiaría en el siguiente Día de Reyes.

 star5.JPG - 70.05 kB

El 6 de Enero de 1979, decenas de familias en México recibieron a los Reyes Magos en sus hogares y con ellos a los primeros juguetes de Star Wars en el país: figuras de 30cms con cajas exclusivas. Han Solo, Luke Skywalker, Princesa Leia, Darth Vader, El Hombre de las Dunas, un jawa y Ar-Tu-Ri-To (nombre popular que recibió el droide R2-D2 en español) se vendían en tiendas departamentales y jugueterías del país en el mismo estante que El Hombre Elástico (Stretch Armstrong). “¿Quién está pensando en ti? Lili Ledy” cantaban todos los comerciales para TV de la marca, parecía que eso era cierto y la colección de ‘La Guerra de las Galaxias’ era prueba de ello.

 

El ocaso de un imperio y el despertar de la fuerza

Por desgracia, el éxito de los juguetes de Star Wars no impidió que los responsables de emocionar a niños y adultos con sus piezas desaparecieran.

 

En enero de 1985, Lili Ledy cerró definitivamente por razones económicas. Dos años después, Kenner corrió con la misma suerte y cerró fue vendida a Tonka. A pesar de ello, el mercado de artículos salidos de la trilogía de Star Wars se estableció como un lucrativo negocio. Las figuras restantes en las tiendas se agotaron; cada pieza se volvió el objeto de codicia de varios coleccionistas e incluso prototipos y diseños fueron vendidos al mejor postor. La fiebre por Star Wars habría llegado lejos, aún más lejos que cuando sus primeros juguetes fueron lanzados. Todo había crecido.

 star4.JPG - 59.86 kB

A mitades de los noventa, Hasbro relanzó la marca Kenner con nuevas ediciones de las figuras clásicas, así como naves espaciales y sables de luz. A la par, George Lucas anunció una nueva trilogía. La industria del juguete comenzó a moverse de nuevo. El rey de las ventas de fin de año había regresado y todos querrían aumentar su colección. El resto, como suele decirse, es historia.