La principal causa de la encefalitis es un virus muy conocido: el virus del Herpes Simple, aunque existen otras causas. Sin tratamiento es mortal.

 

Que algo se inflame en nuestro cuerpo es un concepto con el que estamos más o menos familiarizados. Las infecciones provocan inflamaciones, cuando nos damos un golpe se nos inflama la zona golpeada o cuando tenemos una tendinitis estamos hablando de una inflamación de los tendones.

 

Lo que tal vez es menos conocido es que la inflamación es un proceso mediante el cual los glóbulos blancos (una de nuestras líneas de defensa defensa) y las cosas que producen te protegen de infecciones de invasores externos, como bacterias, virus, parásitos y hongos. Es verdad, no todo son infecciones, la inflamación también es una reacción que nos ayuda a curar un tejido dañado (por eso los golpes también inflaman).

 

Hasta aquí bien, nada nuevo, ¿no? ¿Pero qué me dirías si te digo que el cerebro también se puede inflamar?

 

¿De verdad puede inflamarse el cerebro?

Pues sí, y a esta condición se le llama encefalitis. El nombre, como tantos otros en medicina, lo obtenemos del griego. Encéfalo significa, literalmente, "dentro de la cabeza", y el sufijo "-itis" nos habla de inflamación. Por tanto, "inflamación dentro de la cabeza".

 

El problema es que, aunque "la intención" de nuestro sistema inmunitario sea buena, que se te inflame el cerebro no suele ser algo bueno, y no lo haría sin una buena razón. Veréis, la encefalitis suele ocurrir cuando un virus, una vacuna u otro agente atraviesa la barrera entre la sangre y el sistema nervioso, y llega donde no debería, a nuestro cerebro. Esa región está prohibida, es de acceso restringido, y cuando nuestro organismo detecta que ahí hay algo que no debería, envía en seguida a nuestros pequeños soldaditos a protegernos. Por desgracia, también hay veces en las que nuestros "pequeños soldaditos" se revelan contra nosotros (o eso parece) y dan lugar a enfermedades autoinmunes, otra de las posibles causas de la encefalitis.

 

Como sabes, cuando algo se nos inflama también se hincha, y esta no es una excepción. El cerebro se hincha y nos duele la cabeza (a modo de curiosidad, el cerebro no tiene receptores de dolor, nos duele la cabeza porque, al hincharse, el cerebro presiona las estructuras que lo rodean, las meninges -a esto se le llama meningoencefalitis-). ¡Ojalá el asunto se quedara aquí! El cerebro no es un órgano aislado, desconectado, sino que se conecta al resto del cuerpo por la médula espinal, algo así como una maraña de cables que lo conectan con el resto de nuestro cuerpo. Pues bien, ya sabéis que las infecciones pueden diseminarse y extenderse. Cuando se ve afectada la médula espinal hablamos de encefalomielitis. Teniendo en cuenta que en la mayoría de ocasiones estamos hablando de infecciones (aunque el proceso de la inflamación por sí mismo también lo puede causar), otros síntomas son la fiebre, la rigidez del cuello, la alteración de nuestro estado mental, alucinaciones, confusión, parálisis de alguna parte del cuerpo, pérdida de audición, sensibilidad a la luz e incluso las convulsiones. A veces, incluso tras recuperarnos, podemos quedar con secuelas de la enfermedad (desde pérdidas de memoria o dificultades para el habla, hasta la parálisis de alguna región, por ejemplo). En el peor de los casos, la muerte es uno de los destinos posibles en esta enfermedad (por varias posibilidades, pero una de las más frecuentes es la afectación de los centros respiratorios en nuestro cerebro, evitando así que respiremos correctamente -o que sepamos hacerlo-).

 

¿Qué provoca la encefalitis?

Es frecuente hablar de virus cuando se habla de encefalitis porque es una de las causas más probables, pero recordemos que la definición de la condición la establece la inflamación, no la infección. Y aun hablando de infección, hay otros microorganismos que pueden causarla, como bacterias, hongos o parásitos. Por eso, los factores de riesgo incluyen un sistema inmunitario débil (a más "bichos" nos puedan atacar, mayor riesgo). Otros factores son niños pequeños o ancianos (un sistema inmunitario inmaduro o "desgastado").

 

Pero si algo hemos aprendido en los últimos 2 años es que eso de "un virus" es demasiado ambiguo y ahora queremos saber qué virus exactamente. Veréis, como os decía, el problema con frecuencia es que un agente infeccioso traspase la barrera hemato-encefálica (la barrera que separa nuestra sangre de nuestro sistema nervioso) y llegue al cerebro. Esto significa que no hay un único virus que cause esta enfermedad, sino que varios virus, con tal de ser capaces de atravesar esta barrera (habitualmente por su pequeño y escurridizo tamaño), pueden causar una encefalitis. Por eso, no es de extrañar que varios de los posibles virus te suenen: desde el virus del herpes simple, la rabia o sarampión, hasta el VIH. E incluso recientemente se han reportado algunos casos de lo que se piensa que es una encefalitis por SARS-CoV-2.

 

¿Cómo se diagnostica?

En cuanto al diagnóstico, la encefalitis habitualmente se sospecha en los pacientes con alteraciones inexplicables del estado mental. La presentación clínica y los diagnósticos diferenciales pueden sugerir algunas pruebas diagnósticas, pero suelen realizarse una resonancia magnética cerebral y el análisis de líquido cefalorraquídeo (que incluye PCR para el virus del herpes simple, entre otros), por lo general con otras pruebas (p. ej., pruebas serológicas) para identificar el virus causal. A pesar de los extensos exámenes, la causa en muchos casos permanece desconocida.

 

Si no se dispone de resonancia magnética nuclear, se realiza una tomografía computarizada (TC). La RMN y la TC pueden ayudar a los médicos a descartar trastornos que pueden causar síntomas similares (como un accidente cerebrovascular y un tumor cerebral). Estas pruebas también pueden detectar problemas que pueden hacer que la punción lumbar sea peligrosa. En algunos casos (afortunadamente con poca frecuencia) llegamos incluso a hacer una biopsia cerebral (coger un trozo de cerebro y analizarlo bajo un microscopio).

 

A pesar de todo, como os comentaba más arriba, a veces no se llegan a identificar los virus, bacterias u otras causas de la infección. De ser así, se empiezan a plantear otros motivos, como que la causa sea autoinmunitaria o paraneoplásica (relacionado con los cánceres, que tienen la mala costumbre de liberar en nuestra sangre compuestos que generan inflamación).

 

¿Tiene tratamiento?

Los tratamientos pueden variar según se identifique o no la causa, y en función del caso particular de cada persona. Algunas causas, si se determinan, tiene un tratamiento específico, y otras no. En todos los casos, lo que no faltan son esfuerzos en para aliviar los síntomas (como convulsiones y fiebre) y, cuando es necesario, proporcionar soporte vital (por ejemplo, con un tubo de respiración) hasta que la infección remita (habitualmente en 1-2 semanas).

 

Referencias:

 

Cleveland Clinic (2021, July 28). Inflammation: What Is It, Causes, Symptoms & Treatment. Cleveland Clinic. https://my.clevelandclinic.org/health/symptoms/21660-inflammation

 

Greenlee, J. E. (2020, July 13). Encefalitis. Manual MSD Versión Para Público General; Manuales MSD. https://www.msdmanuals.com/es/hogar/enfermedades-cerebrales,-medulares-y-nerviosas/infecciones-cerebrales/encefalitis

 

‌Hopkins Medicine (2022). Encephalitis. (2022).  Hopkinsmedicine.org. https://www.hopkinsmedicine.org/health/conditions-and-diseases/encephalitis#:~:text=Encephalitis%20is%20inflammation%20of%20the,light%2C%20mental%20confusion%20and%20seizures

 

Howes, D. S. (2021, July 15). Encephalitis: Practice Essentials, Background, Pathophysiology. Medscape.com; Medscape. https://emedicine.medscape.com/article/791896-overview#a1

 

Mayo Clinic (2020, April 17). Encephalitis - Symptoms and causes. Mayo Clinic; https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/encephalitis/symptoms-causes/syc-20356136