Las personas que duermen menos de 6 horas son 30 % más propensas a desarrollar demencia en etapas tardías de la vida, según un estudio.

 

El cansancio crónico podría ser una buena noticia a comparación de las otras consecuencias que se decantan de malos hábitos de sueño. Obesidad, diabetes e hipertensión son algunos de los que ya se tenía registro anteriormente. Sin embargo, parece ser que dormir mal también puede causar demencia, de acuerdo con un estudio reciente.

 

El riesgo de dormir menos de seis horas

 

Durante años se asoció la posibilidad de que la demencia temprana pudiera estar relacionada con la falta de sueño en los seres humanos. Un estudio reciente confirmó esta posibilidad, con una acotación interesante: es más probable que, quienes acostumbraron dormir menos de seis horas, padezcan de esta afección a largo plazo.

 

De acuerdo con el estudio, publicado en Nature Communications, el nuevo hallazgo no es motivo de preocupación para las personas de mediana edad que padecen de hábitos de sueño poco funcionales. Para la investigación, se tomó una muestra de 8 mil personas en el Reino Unido durante 25 años. El estudio comenzó cuando cada uno tenía 50 años de edad, para poder medir los efectos de la falta de sueño en el cerebro humano.

 

Resultó ser que quienes dormían constantemente 6 horas o menos durante la noche tenían 30 % más probabilidades de desarrollar demencia durante etapas más tardías de su vida. Sin embargo, depende en gran medida de otros “factores sociodemográficos, conductuales, cardiometabólicos y de salud mental”, según detallan los expertos en el artículo.

 

¿De qué manera está ligada la demencia a la falta de sueño?

 

De acuerdo con Michael V. Vitiello, profesor de psiquiatría y ciencias del comportamiento en la Universidad de Washington, la nueva evidencia que arrojó el estudio permite conocer más a profundidad los efectos del sueño en la actividad cerebral. Aunque no participó en el estudio, está convencido de que la consciencia sobre la salud mental es categórica para evitar más casos similares:

 

“Es muy importante que las personas sean conscientes de asegurarse de dormir bien. No es trivial y no debería ser lo último en lo que pienses. No debería ser lo que sacrificas” destaca el experto con respecto al problema.

 

Durante sus años de práctica, Vitiello se ha percatado de que dormir bien no sólo es tener horas suficientes de descanso. Por el contrario, es necesario tener un horario coherente y constante, que no cambie mucho en un periodo corto de tiempo. Además, las condiciones en las que las personas duermen también afectan su descanso general.

 

Para Séverine Sabia, epidemióloga del INSERM, el centro de investigación de salud pública francés, la demencia es multifactorial. Sin embargo, la experta reconoce que “La duración del sueño es una [de las causas], pero incluso si una persona duerme mal, existen otras medidas de prevención importantes”.

 

Además del riesgo potencial de demencia, los efectos de no dormir bien también se manifiestan a corto plazo. La memoria, el aprendizaje y la concentración son algunos de los factores que se ven afectados en la vida diaria.